


Un establecimiento que conserva el encanto de su pasado en el corazón del Montparnasse de los artistas.
Un establecimiento que conserva el encanto de su pasado en el corazón del Montparnasse de los artistas.
El hotel, cercano al cruce de los bulevares Raspail y Montparnasse, se encuentra en el límite del distrito 6. Del otro lado del bulevar, la bonita calle Vavin conduce hasta el Jardín de Luxemburgo. Se trata de una de las zonas más bonitas de Montparnasse, testigo de su pasado artístico. La Coupole y el Dôme son dos establecimientos míticos en los que solían comer Picasso, Giacometti, Kessel o Hemingway. Algunos lugares que vale la pena visitar son la fundación Cartier para los amantes del arte contemporáneo y el cementerio de Montparnasse, donde descansan los restos de Charles Baudelaire, entre otros. Actualmente, este barrio se ha volcado en el séptimo arte y ofrece un gran abanico de salas de cine. Los restaurantes y las tiendas animan el lugar.
La única diferencia entre las habitaciones estándar y las superiores es su tamaño. Las más pequeñas no disponen de mucho espacio alrededor de la cama. Todas gozan de mucha luz y tienen unas bonitas vistas del bulevar Raspail y del cruce con Montparnasse. Sin embargo, las ventanas deberán estar cerradas para gozar de un poco de calma. Los cuartos de baño son sencillos pero modernos y están bien iluminados gracias a la presencia de una gran ventana.
En un libro acerca de los felices años veinte se puede ver a Kiki de Montparnasse en el vestíbulo de este hotel. Las paredes de la entrada, la bonita escalera, los sillones de cuero o revestidos con motivos de pantera parecen que quieran conservar la memoria de esa época en la que pintores y escritores animaban el lugar. Por supuesto: el hotel se ha renovado desde entonces y su modernidad queda plasmada en los pisos superiores. El único inconveniente es que la sala del desayuno del subsuelo no refleja la decoración general del hotel. El trato es amable.
EPA, baño turco
deportes
In edificio dell'ottocento, gode di ottima posizione per la vicinanza a storici bistrot e snodi del metrò.
Posizione, senza dubbio. Vicino alla torre di Montparnasse, al cimitero omonimo, a una delle Gallerie LaFayette, al quartiere delle ostriche
Camere non insonorizzate, arredamento old-style da sostituire, spazi comuni molto piccoli, bar poco fornito. Colazione... misurata.
Con una ubicación excelente, el Mercure Raspail se mantiene fiel a un servicio de buena calidad.
Una dirección con encanto en una calle discreta.
He aquí un hotel agradable, cuyas habitaciones se renovaron en 2008. Puede ser práctico para los turistas y para los hombres y mujeres de negocios por su proximidad a la Torre Montparnasse.
El hotel, perfecto para convenciones, pertenece a un grupo para jubilados y pensionistas, lo que ya deja entrever el tono del ambiente del hotel.
Amor a primera vista. Solo faltan los precios.
Cerca del Montparnasse de los artistas, un dos estrellas de gran calidad, recientemente renovado y con mucho carácter.
Un ovni conceptual y moderno.
El Villa Luxembourg no está en consonancia con la grandilocuencia de su nombre. Este hotel, que tiene bastantes limitaciones, se basa principalmente en su ubicación, relativamente aventajada. Situado en un triste edificio de los años 70, con un encanto inexistente, aunque cerca de Montparnasse y no muy lejos de los Jardines de Luxemburgo, el hotel interesa solo por sus tarifas si no puedes permitirte nada más.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.