


El Relais Monceau, un hotel con carácter, ha optado por un estilo singular para sus zonas comunes y está situado en un entorno muy agradable entre la Madeleine y la Ópera.
El Relais Monceau, un hotel con carácter, ha optado por un estilo singular para sus zonas comunes y está situado en un entorno muy agradable entre la Madeleine y la Ópera.
La ubicación del Relais Monceau, entre la Madeleine y la Ópera, es una auténtica maravilla, tanto para las personas en viaje de negocios como para los turistas. El hotel está al lado del Boulevard Haussmann y sus escaparates de ensueño tanto en Navidades, todos iluminados, como durante las rebajas, con unos precios de escándalo. Si prefieres un poco de naturaleza, el parque Monceau es perfecto. La estación de Saint Lazare está cerca, así como el metro Villiers.
El gran salón y el bar están decorados con bonitos materiales. El espacio para tomar el desayuno bajo la veranda es luminoso y tiene vistas al jardín; tendrás la impresión de estar en un invernadero. La zona cubierta de la sala del desayuno es también muy agradable, muy colorida y acogedora. El desayuno es un apetitoso bufé libre por un precio razonable de 12 ?. El pan es casero y el bufé se compone de huevos, bacón, cereales y mucho más. El hotel dispone de una sala de convenciones con capacidad para 25 personas.
Las 51 habitaciones del hotel disponen de un mobiliario como de chalé, de buena madera. Aquellas con camas dobles dan a un patio interior y las gemelas tienen vistas a la calle. Todas están bien aisladas con acristalamiento doble así como con persianas interiores de madera. Los cuartos de baño están muy limpios y el diseño es de una calidad excepcional. Algunas de las habitaciones tienen camas un poco bajas. Todas disponen de minibar, secador de pelo y muchos armarios. La televisión es de pantalla plana y el wifi está presente en todas partes, aunque es de pago.
sauna, EPA
tenis
Un establecimiento serio de barrio.
Unas prestaciones nada sorprendentes y sin encanto alguno.
La mejor relación calidad-precio del barrio. No te lo puedes perder.
Este hotel distinguido y cómodo propone una decoración contemporánea en el corazón del barrio que se mueve al ritmo de los grandes almacenes y los centros de negocios.
Un hotel de trato agradable.
Una dirección elegante pero cara.
Inteligente mezcla de lo contemporáneo y lo clásico.
Este hotel literario situado en el barrio histórico de los lutieres en París rinde homenaje al famoso escritor francés Marcel Proust que vivió en este mismo barrio, por lo que el hotel Swann está idealmente situado en la calle Constantinople. A los amantes de Proust les encantará este establecimiento acogedor y elegante. Los clientes que entren en el vestíbulo tendrán ganas de descubrir la obra del escritor y su universo.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.