


Prestaciones pobres, habitaciones sólo para dormir.
Prestaciones pobres, habitaciones sólo para dormir.
Una gran reja de hierro forjado anuncia la entrada al callejón sin salida en el que se encuentra este hotel, el Cité Rougemont. Está justo detrás del muy animado y noctámbulo barrio de los Grandes Bulevares, famoso por sus numerosos bares y restaurantes, sus cines y sus discotecas y, desde el punto de vista turístico, por sus pasajes típicamente parisinos. El lugar se encuentra en una zona tranquila con otros hoteles en los alrededores y un bar en el que se puede ir a disfrutar de la música francesa con una copa de buen vino. Metro más cercano: Grands Boulevards.>
Las 30 habitaciones son todas de la misma categoría, Estándar. Son bastante grandes y la propietaria no se ha querido complicar la vida colocando una tercera cama en las habitaciones dobles. Son cómodas para dos personas. La decoración se reduce a las cortinas, las mantas y un espejo, pero el lugar es funcional. Disponen de una televisión antigua colgada en altura. Los cuartos de baño disponen de ducha o de bañera. No hay climatización y la caja fuerte se puede pedir.
El hotel tiene bastantes años que han ido dejando huella en el lugar que los propietarios no han creído oportuno borrar. Actualmente, las zonas comunes dan un poco de pena, la moqueta está desgastada, los números de las habitaciones están escritos con tiza, los zócalos necesitan una mano de pintura, etc. Sin embargo, el lugar es amplio y tiene potencial. La sala del desayuno está en la planta baja, al lado del salón y de los cómodos sofás de cuero, frente a la televisión. Algunas plazas de parking de pago están a disposición de la clientela del hotel. Es también posible recurrir a un aparcamiento público de pago justo al lado.
baño turco
J'ai bien aimé cet hotel car les personnes qui le tiennent sont très agréables et à l'écoute des soucis rencontrés. Malgré une décoration qui n'est plus actuelle du tout, on se sent bien dans cet hôtel.
Petits déjeuners copieux Pas bruyant car dans une impasse
Décoration des années 1980 Ascenseur souvent en panne si on monte à plus de 2 dedans
a peine acceptable pour un deplacement professionnel, pas de service, bruyant, tres ancien.
pas de point fort, a part sa situation geographique dans Paris non loin d opéra
tout!!! l accueil, le mobilier, l ascenseur, le bruit, le rapport qualité prix, le petit dejeuner............ fiasco
Un pequeño hotel acogedor que ofrece un trato agradable. La decoración, de estilo entre rústico y moderno, da un toque de encanto y de personalidad.
Un 3*** superior, caro y con buenas prestaciones.
Hotel recientemente renovado con un estilo chic y muy elegante, con unas habitaciones de diseño en tonos negros y blancos sublime y muy moderno.
Un hotel hermoso en consonancia con su categoría, a pesar de sus habitaciones pequeñas.
Una categoría de calidad a precios de la cadena Mercure.
Un 3*** de categoría a precios modestos.
Un establecimiento serio muy bien situado
¡Las principales ventajas de este pequeño hotel son su ubicación y su precio! De hecho este pequeño hotel esta cerca de los «Grands Boulevards» es decir en pleno corazón de Paris. Sus precios son razonables dada a su categoría y si las prestaciones son sencillas, responden a lo que puede esperar un cliente en un dos estrellas.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.