


Un hotel de lujo de la vieja escuela, muy recomendado.
Un hotel de lujo de la vieja escuela, muy recomendado.
En el corazón del "París nocturno" del vecino barrio de los Grandes Bulevares, a cinco minutos a pie de la Ópera Garnier y a unos pocos más de los grandes almacenes de París; por si no había quedado claro todavía, el Hotel Richmond está bien rodeado. Al estar situado en una calle transversal, goza de una calma apreciable. Los alrededores son muy animados y bastante seguros, con presencia policial continua. Entorno al hotel encontrarás numerosos comercios, bares, restaurantes, discotecas y teatros. Metro más cercano: Richelieu-Drouot.
El hotel dispone de las habitaciones más grandes del distrito: casi parecen pequeños apartamentos o pequeñas suites. Y las verdaderas suites son todavía más grandes, con pequeños salones. Las dos grandes puertas ventanas inundan el espacio con luz natural y si las abres podrás admirar las vistas despejadas desde su pequeño balcón. Si bien la decoración no es de las más actuales, en general el hotel tiene buen aspecto. En cuanto a prestaciones disponen de climatización individual, nevera, caja fuerte gratuita y conexión wifi de pago. No hay servicio de habitaciones. El cuarto de baño también es grande y la mayoría de las habitaciones cuentan con bañera. Los precios del hotel son razonables, así como los del desayuno. No te lo puedes perder.
¡Impresionante! Vista desde la acera, la fachada del hotel da vértigo. Toda de piedra tallada con aires majestuosos y leones esculpidos. El interior no te decepcionará: tras el gran mostrador de recepción, penetras en un prestigioso salón con un techo compuesto de cristaleras realizadas al estilo de vidrieras. Las formas son impresionantes, macizas; el establecimiento tiene un tamaño que impone. Nos sorprende ver la categoría en la que se le ha clasificado ya que el hotel Richmond es un pequeño hotel de lujo. El ambiente es acogedor y se respira una gestión familiar.
salón de belleza
deportes
Un lugar histórico que además ofrece una excelente relación calidad-precio.
El Golden Tulip de Noailles, un hotel íntimo y elegante, es una magnífica opción. La originalidad de este establecimiento chic y de diseño se refleja en detalles como los cuartos de baño, abiertos a las habitaciones. Su patio interior ajardinado, las terrazas y los balcones bañados por la luz del sol le añaden atractivo al conjunto.
Un hotel con carácter y muy bien ubicado.
Un establecimiento serio en un barrio animado.
El Banke Hôtel, concebido al estilo Eiffel por los arquitectos Paul Friesse y Cassien Bernard, está instalado desde abril de 2009 en un magnífico edificio de principios del siglo XX que albergaba la sede del banco CCF.
Moderno, pero caro. Los precios no están justificados.
Un bonito establecimiento, aunque no precisamente barato.
El hotel The Chess es un nuevo establecimiento ubicado en el barrio de la Ópera de París. Ofrece prestaciones de calidad y un recibimiento acogedor. Su decoración elegante y sobria seducirá a la mayoría de los visitantes.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.