


Un hotel en la más pura tradición clásica, consagrado desde hace varios años por el Condé Nast Traveler.
- Cultura
- Bien situado
- Descanso
- Encanto
- Lujo
Un hotel en la más pura tradición clásica, consagrado desde hace varios años por el Condé Nast Traveler.
El hotel goza de una situación privilegiada a dos pasos de la avenida Montaigne y del Gran Palacio. Podrás elegir entre visitar tiendas de lujo y visitar museos. Para las compras más baratas, puedes ir caminando hasta los Campos Elíseos. Podrás desplazarte fácilmente en París gracias a las numerosas líneas de bus y de metro.
¡Seguro que las 33 habitaciones y las 11 suites no te hacen olvidar que estás en París! Los colores y los motivos son variados y así se consigue una decoración diferente en cada habitación: azul, verde, amarillo, telas con flores, tela de Jouy, mobiliario de la época de Luis XV, estilo imperial, porcelana fina... ¡Un auténtico museo! Dispone de un equipamiento moderno con aire acondicionado individual, pantalla plana, dos líneas de teléfono, minibar, vestidor, caja fuerte, secador de pelo, albornoces, zapatillas y productos de bienvenida de Hermès. El fax y los lectores de DVD están disponibles previa petición. Hay 6 categorías de habitación: individual, clásica, deluxe, prestige, suite júnior con o sin terraza y suite. Las suites júnior de lujo con terraza tienen vistas a la Torre Eiffel y a los tejados de París. Las clásicas han sido renovadas recientemente, pero la decoración ha conservado el mismo estilo. Las otras categorías de habitaciones también se irán renovando poco a poco.
Auténtico hotel familiar, de hecho la bienvenida también es muy familiar. Los numerosos clientes habituales aprecian el hotel, que lo consideran su segunda casa. El servicio personalizado es un factor importante en este hotel. Cuenta con 40 personas al servicio de los clientes y muchos conocen el hotel como la palma de su mano y, aún mejor, las preferencias de los clientes. El hotel es un museo por sí mismo. El propietario del hotel es un apasionado de las antigüedades y ha ido buscando él mismo la mayor parte del mobiliario. Las escaleras están decoradas con unas magníficas vidrieras originales y las decoraciones de madera del salón tienen mucha clase. La dirección está puesta al día y ofrece gratis la conexión wifi. Sólo faltan las instalaciones deportivas.
El bar del hotel está abierto todo el día (07:00-23:00 horas) y mucha gente del barrio convoca las reuniones de negocios en el bar. En cambio, por la noche es más típico ver a los clientes tomando algo. Decorado al estilo de un comedor, con capacidad para 25 comensales, el restaurante es muy intimista. El chef Christophe Lericolais propone una cocina clásica y repleta de sabores, sólo algunos platos tienen una influencia asiática. El menú del día servido a mediodía (entrante + plato por 28 ?) no es barato, pero cambia a diario según los productos del mercado. El restaurante está abierto todos los días para los clientes del hotel; en cambio, para los clientes de fuera, únicamente de lunes a viernes.
Una anécdota: el hotel está vinculado a la moda desde siempre. En los años 50, Carmel Snow, redactora jefe del Harper's Bazaar, dio a conocer a Dior a nivel internacional y también al hotel San Regis por la misma ocasión.
deportes
Un hotel perfecto para los hombres y mujeres de negocios que necesiten alojarse en el barrio. Tiene la ventaja de que el lugar es muy tranquilo.
Ubicado entre la torre Eiffel y los campos de elíseos, este hotel goza de una situación ideal en el barrio exclusivo de los diseñadores de moda (la sede de Chanel está justo al lado). La fachada no deja adivinar el lujo y el refinamiento del establecimiento sin embargo a partir del momento que atraviesas la puerta, te das cuenta que entras en un establecimiento de alta categoría. De hecho este 4 estrellas ofrece un servicio personalizado y hay un verdadero esfuerzo para que el mínimo detalle seduzca a los clientes los más exigentes.
Un hotel que es como una pequeña joya de los años 30, repleto de encanto y de un ostentoso lujo.
El Elysée Park, un hotel con unas comodidades básicas y un estilo un tanto obsoleto, tienen como principal ventaja su magnífica ubicación, a pocos pasos de los Campos Elíseos.
El Beauchamps es un hotel ubicado en el Triángulo de Oro, detrás de los Campos Elíseos, que dispone de dos tipos de habitaciones, todas ellas con mucho confort y una gran calidad del servicio.
Se trata de unos de los hoteles preferidos de nuestro equipo. Este hotel es un remanso de paz en el corazón de París. La decoración es tan agradable y original que podríamos pasar días enteros en él.
Ubicado a pocos metros de los Campos Elíseos, el Hotel Marignan Champs-Élysées luce con orgullo su interior, repleto de elegancia, modernidad y sofisticación. Dado que el establecimiento está muy de moda, su bar y restaurante están repletos de parisinos del mundo del cine y de los negocios.
Moderno, recientemente remodelado y bien situado, el Hotel Elysée Secret es un establecimiento con un concepto de diseño atractivo, situado en el corazón del octavo distrito de París, a proximidades de los Campos Elíseos y del Arco del Triunfo. Si bien el hotel cuenta con un concepto de diseño interesante inspirado en el gabinete contemporáneo «Boudoir contemporain» al estilo de la época de María Antonieta, sus habitaciones son estrechas y escasean las zonas comunes.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.