El hotel cuenta con 200 lujosas habitaciones y 34 suites, de las cuales 5 disfrutan de un jardín privado en la azotea con unas vistas impresionantes de París. Elegantes y refinadas, las habitaciones con una superficie mínima de 29 m2 están decoradas con tonos grises y beige. Decoradas con muebles lacados elegantes y sofisticados, son una auténtica oda a la elegancia y al refinamiento parisino así como a la moda. La cama destaca por el imponente cabecero que recuerda a las cúpulas del Grand Palais. Las habitaciones del Peninsula Paris se encuentran entre las mejor equipadas del mundo desde un punto de vista tecnológico. Dos tabletas digitales interactivas personalizadas (disponibles en 11 idiomas) en cada habitación, desde donde cada cliente podrá controlar todo desde su cama sin moverse (iluminación, calefacción, aire acondicionado, televisión, Ipod...) y descubrir todos los servicios del hotel (cartas y menús de los restaurantes, spa, servicio de conserjería, valet box....). Otro de los servicios ofertados es la posibilidad de llamar por teléfono de forma gratuita a cualquier parte del mundo.
En la habitación y en el baño hay numerosos comandos para controlar los distintos equipos desde cualquier lugar. La decoración de las habitaciones es una mezcla entre el periodo art déco con las consolas de televisión, y la época contemporánea.
Cada habitación cuenta con un vestidor provisto de un tocador donde las mujeres podrán hacerse la manicura y secarse las uñas. Los baños decorados con mármol, de líneas curvas y redondeadas, cuentan con una preciosa bañera con televisión y algunos con jacuzzi, así como una ducha a la italiana con un pequeño banco de mármol y dos lavabos negros. Encontrarás baños japoneses en todas las habitaciones.
El lujo está por todas partes: un valet box permitirá a los clientes depositar su ropa y zapatos y que un mayordomo recogerá y devolverá discretamente sin necesidad de entrar en la habitación.

El edificio cargado de historia y que data de 1908, fue en otro tiempo la antigua residencia de la reina de España Isabel II de 1868 a 1906 para convertirse más tarde en el hotel Majestic. El lugar fue invadido por los alemanes durante la ocupación y posteriormente se convirtió en la sede de la UNESCO. Pequeña anécdota, " Un americano en París " la obra clásica sinfónica de George Gershwin, que se alojaba en el hotel en 1928, fue compuesta entre sus paredes. Hecho histórico, en 1973, los Acuerdos de la Paz de París que pusieron fin a la guerra de Vietnam, fueron negociados aquí por Henry Kissinger.
Tras varios años de obras bajo la dirección del arquitecto Richard Martinet, que también trabajó en el proyecto del hotel Shangri-la, el hotel The Péninsula cuenta con 200 habitaciones así como un spa y varios restaurantes.
Después de admirar la magnifica y grandiosa fachada de 10 000 m2 de piedra caliza tallada en Saint Leu La Foret (restituida como el original) realzada por una exuberante vidriera con detalles japoneses de 700 m2 y dos puertas de entrada monumentales (17 metros de altura), entrarás en un universo único y cautivador. En el vestíbulo tradicional, se podrán admirar los techos altos con bóvedas magistrales, decorados con cortinas. En el centro, se alza la lámpara de araña Lasvit compuesta por 800 hojas de cristal sopladas a mano. El elegante mobiliario contemporáneo resalta con el suelo de mármol. Aquellos que lleguen en coche entrarán por el otro lado, el acceso principal de la avenida des Portugais. Tendrás acceso directo al parking situado en el sótano. La decoración interior es de un estilo moderno art déco que conserva el espíritu del Penninsula que fue confiado a Henry Leung.
De este modo, The Peninsula se distingue por la calidad del servicio que ofrece a sus clientes, con más de 600 empleados para unas 200 habitaciones. El servicio y la bienvenida al estilo asiático, adquieren aquí todos los sentidos.

El hotel cuenta con 6 locales gastronómicos en los que degustar cocina francesa.
The Lobby, ofrece un servicio de restauración durante todo el día en un marco mágico: una gran sala decorada con molduras, resaltada con techos altos y pinturas que reflejan la Belle Epoque. Aquí se sirve cocina francesa e internacional. Una preciosa terraza con vidrieras es un lugar ideal para almorzar en el barrio.
En el Oiseau Blanc los huéspedes pueden disfrutar de hermosas vistas de la capital en la preciosa terraza panorámica. También esta disponible una sala para los días poco soleados pero el techo se puede abrir con los primeros rayos del sol. Aquí se puede degustar una cocina tradicional y de bistró francés con toques contemporáneos. El nombre Oiseau Blanc proviene del avión de Charles Nungesser y François Coli que desapareció el 8 de mayo de 1927 durante la travesía de Atlántico entre París y Nueva York. Una réplica del biplano Oiseau Blanc se instalará en el patio.
Con un toque asiático, el restaurante Lili propone una cocina cantonesa tradicional y especialidades de Hong Kong en un ambiente de estilo chino. El restaurante Lili con una decoración en rojo y negro rinde homenaje a la ópera china y francesa. Cuenta con pequeños salones privados para los huéspedes. Una sala más espaciosa que da a la avenida Kléber ofrece una vista de la terraza Kléber donde se podrán degustar platos cantoneses. Aquí, los clientes podrán descubrir una gastronomía cantonesa y conocer también la ceremonia del té. La carta cuenta con más de 20 tipos distintos de té. Un pequeño detalle original: se puede comer en la mesa de los chefs situada frente a la cocina. Una mesa para 8 personas dispuesta frente a la cocina del restaurante cantonés.
Para un momento de relax, puedes dirigirte al bar Kléber decorado con paneles dorados y molduras. En la terraza Kléber se ofrecen cócteles, licores, champanes y ginebras y vinos vietnamitas. Otro lugar para relajarse es el Lounge Kleber donde se puede disfrutar tranquilamente de uno de los numerosos puros de la carta.

Un magnífico spa de 1800 m2 que incluye 8 salas (de las cuales 2 son VIP) ofrece tratamientos y masajes con excelentes productos Espa. Una piscina interior de 22 metros de largo y dos salas de fitness (una de musculación y otra de cardio) están a disposición de los clientes.

La Península abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. El de Londres lo hará en 2019. El hotel The Péninsula Paris es el décimo establecimiento del grupo hotelero de Hong Kong en el mundo.
Cuenta con su propia flota de automóviles compuesta de Rolls Royce, Mini Cooper o BMW. Todos llevan el color verde del Peninsula. Los vehículos están a disposición de los clientes para ir al aeropuerto, a comprar o para visitar los lugares de interés de la capital francesa.