


Un establecimiento recién renovado en pleno Montparnasse
Un establecimiento recién renovado en pleno Montparnasse
La calle Odéssa, muy cerca de la estación de Montparnasse, resulta muy práctica y agradable. En el cruce, al principio de la calle, puedes ir a pasar un buen rato a los cines y a las grandes galerías comerciales que hay en la torre. En la parte opuesta, la más alta, la calle es más tranquilita. Una pequeña plaza da al mercado del bulevar Quinet. En las calles adyacentes se concentra una gran cantidad de creperías y algunos restaurantes asiáticos. Además, si buscas ocio, en la calle de la Gaité hay varias salas de espectáculos. No puedes irte de allí sin visitar el cementerio de Montparnasse y descubrir sus famosas tumbas.
Sobriedad y modernidad son las palabras clave del hotel Tim versión renovada. Se observa una original moqueta en blanco y negro, así como unas impecables camas realzadas con una colcha negra. Ese toque se acentúa gracias al puf rojo de piel, que va a juego con las lámparas de las mesitas de noche. La única pega es que casi no hay ventilación alrededor de la cama y los armarios son limitados. Una generosa pantalla plana ofrece una amplia selección de cadenas europeas.
Recién renovado, desde la misma entrada el hotel Tim refleja lo que te vas a encontrar. Da a una sala, el restaurante, relativamente amplia que goza de la luz natural que proviene de la veranda que da al patio interior. El mobiliario, en tonos rojos, marrones y blancos, refleja claramente su anhelo de modernidad, y una pared de piedra da calidez al conjunto. En las plantas destaca sobre todo una suave moqueta.
baño turco, EPA
Hotel confortable et propre ayant bénéficié d'une rénovation complète. Sa situation au coeur de Montparnasse est excellente.
Situation et confort pour un séjour touristique ou professionnel sans soucis
Petit-déjeuner : le personnel n'est pas à la hauteur. Manque de courtoisie et problème de place suite tables libres non débarrassées
Super accueil, arrivé tard le soir mais bien accueilli
L'accueil Proximité gare
le petit déjeuner, un peu déçu
El hotel está perfectamente situado, cerca de la estación de Montparnasse.
A cinco minutos de la estación Montparnasse, éste es un hotel clásico y confortable que no decepciona (pero tampoco entusiasma demasiado).
Hotel muy sencillo, sin encanto, situado cerca de la estación de Montparnasse. El precio de las habitaciones es interesante, pero no debes esperar un gran confort.
Un dos estrellas de buena calidad en pleno barrio de Montparnasse.
El Apollinaire, cuyo nombre se debe al famoso artista que vivió allí, es un hotel sencillo y bien equipado.
Un establecimiento serio en un entorno animado.
Hermoso tres estrellas, de dimensiones reducidas, íntimo y con habitaciones llenas de encanto. La decoración juega con grandes flores y colores agradables que aportan dinamismo y transmiten buen humor.
Un tres estrellas desafortunadamente bastante básico, que parece haberse anclado en una decoración anticuada y algo triste.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.