


Muy cerca del ayuntamiento del distrito 14, este hotel no tiene grandes pretensiones pero está bien cuidado.
Muy cerca del ayuntamiento del distrito 14, este hotel no tiene grandes pretensiones pero está bien cuidado.
A dos pasos de la plaza arbolada donde está el ayuntamiento del distrito 14, nos encontramos al final de la avenida Maine, justo antes del animado cruce con la calle Alesia en el que se concentran
cervecerías, comercios e incluso una sala de cine. En el cruce de la rue des Plantes dos grandes cafés recuerdan a St Germain. El único inconveniente es que, al ser un eje viario que conecta la Puerta de Orleans con Montparnasse, la circulación en esa avenida es bastante intensa.
Las habitaciones tienen el encanto de lo antiguo. Hay papel en las paredes y unas colchas que no están mal, además de una limpieza absoluta. El mobiliario es sencillo pero suficiente. La habitación respira bien gracias a sus techos altos. La panorámica sobre la avenida, con su circulación, no sería de las más apasionantes, sobre todo en las plantas inferiores. Afortunadamente, la insonorización con doble acristalamiento te asegurará la tranquilidad que necesitas de noche. El cuarto de baño es como la habitación: pequeño pero funcional.
Tan solo la fachada del Transcontinental se ha mantenido intacta desde la construcción del edificio a principios del siglo XX. El interior del hotel se renovó por completo hace diez años. Desde esa fecha se han ido haciendo reformas constantes. Tanto el vestíbulo de entrada, en el que hay un saloncito, como la sala de desayunos están en muy buen estado. Sin embargo, la escalera debería someterse a algunas reformas...
EPA
btt, deportes
Hotel trés propre. Proche d'un restaurant situé à coté de l'hotel et d'un café brasserie à 100m. La gare Montparnasse est à 9 m00m.
Propreté. Ascenseur. Ammabilité du personnel. Gare Montparnasse à 900 m
Les oreillers sont trés fermes. Le petit déjeuner n'est pas en libre accés.
Este establecimiento que durante nuestra visita estaba siendo renovando, ofrece habitaciones familiares con estilo y originales.
Una garantía de calidad en el norte del barrio de los pintores, directamente accesible desde la estación de Montparnasse.
El hotel Abba Montparnasse, que pertenece a un grupo español, ostenta una moderna decoración muy agradable y disfruta de una situación práctica.
Se trata de un hotel de categoría estándar con una ubicación estratégica, entre la Porte d'Orléans y la Gare Montparnasse.
El estándar de los dos estrellas de Accor, cercano a Montparnasse y a la Porte d'Orléans.
Este agradable hotel de tres estrellas, sin historia, posee un elegante estilo que recuerda a la Francia de otros tiempos. Las habitaciones clásicas, típicas de un buen padre de familia o de un yerno ideal, se alejan de los actuales estándares de decoración de moda.
Una pequeña joya, con un patio interior con jardín, acondicionado para poder comer en él. Unas zonas comunes cuidadas y acogedoras, y algunas habitaciones muy modernas que no tienen nada que envidiarle a las de los hoteles de tres estrellas.
A dos pasos de la estación y del animado barrio de Montparnasse, un concepto de apartotel a la espera de ser renovado.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.