


Las habitaciones son poca cosa comparadas con el resto del hotel.
Las habitaciones son poca cosa comparadas con el resto del hotel.
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El hotel se encuentra en pleno corazón del barrio latino. En las proximidades del hotel hay montones de restaurantes y bares; fácilmente podrás ascender por el Monte Ste Geneviève para plantarte en uno de los lugares más famosos del barrio latino, el Panteón. Si sigues un poco más lejos, llegarás al jardín más bonito de París, el Luxemburgo. Una posibilidad es ir en el tren de cercanías RER desde la estación Luxemburgo o si no se puede ir al metro más cercano, Cluny.
Comparadas con el vestíbulo y la recepción, las 110 habitaciones son mucho más convencionales, una pena. La única originalidad es una estructura de madera luminosa que inunda la cama. La climatización es individual, el wifi es gratuito y no disponen de minibar. Tampoco hay servicio de habitaciones. La gran televisión de pantalla plana está colgada a la pared y es vía satélite. Los cuartos de baño están casi todos equipados con bañeras, y algunos con duchas.
La entrada está muy cuidada, florida, con cuadros y lámparas que llenan el espacio. Frente a la recepción se encuentra el vestíbulo, amplio y cómodo. Se ha reformado recientemente, la decoración también se ha renovado, ahora es más contemporánea y elegante. La sala del desayuno es suntuosa, con espejos gigantescos y lámparas de araña en el techo. Hay una sala de conferencias que se puede reservar. Al lado hay un aparcamiento público y de pago.
EPA, baño turco
un hotel très bien situé mais un vrai problème pour la classification ce n'est pas un 4 étoiles ou au moins pas toutes les chambres...des travaux en cours et l'ascenseur en panne
situation géographique staff performant
ascenseur trop petit état des chambres
Chambre agréable et décoré avec goût,au calme côté cour, personnel sympathique et attentionné.
à proximité du métro, de la Sorbonne, et des jardins du Luxembourg.
pas de mini bar dans la chambre. ( distributeur de boisson dans le hall d'entrée).
Rimbaud creó su nido en este hotel, abierto hace más de 150 años. Las habitaciones son pequeñas, sencillas y poco decoradas, pero el mobiliario antiguo le da cierto encanto. Está regentado por una familia y el trato es muy agradable.
Prueba a dormir en una cama con baldaquino en el barrio latino.
El hotel de la Sorbonne, lujoso en todos sus aspectos, está muy bien situado en un barrio animado, cerca de los numerosos monumentos históricos del centro de la ciudad. Aunque lo que más llama la atención del visitante es su decoración de diseño, con un cierto toque de moderno barroco y unas tonalidades sorprendentes y embriagadoras.
Un hotel de 4**** original y de diseño en el corazón del barrio St Michel. ¿Quieres un consejo? ¡No te lo pierdas!
Este hotel cercano al parque de Luxemburgo es uno de los hoteles preferidos de nuestro equipo. La decoración es obra de varios artistas de renombre y la verdad es que consigue un efecto muy agradable.
Un 3 estrellas de lujo.
Un precioso hotel muy bien equipado. Te enamorarás del sitio.
Un bonito y pequeño hotel de gran sobriedad, con habitaciones simples, sin extravagancias en la decoración, pero con un innegable encanto. Por otra parte, la historia del hotel resulta cautivante y no dejará de interesar a los más curiosos.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.