


Un hotel renovado hace poco pero que conserva su estilo clásico característico, fiel a los orígenes multicentenarios del edificio.
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Un hotel renovado hace poco pero que conserva su estilo clásico característico, fiel a los orígenes multicentenarios del edificio.
El hotel Washington Ópera se encuentra en el número 50 de la calle de Richelieu, al final de la cual se ve la plaza del Carrousel, la rotonda que separa los Jardines de las Tullerías del Palacio Real, el edificio en el que está el Museo del Louvre. Situado a medio camino entre los dos principales teatros de la capital, la Comedia Francesa y la Ópera Garnier, templo de los amantes de los melodramas, el Washington Ópera está en pleno centro de la vida mundana y elegante de París, en un barrio repleto de restaurantes de cierta categoría. Es fácil llegar a las atracciones más distantes en metro a partir de las dos estaciones equidistantes más cercanas: Palais Royal - Musée du Louvre (con las líneas 1 y 7) y Pyramides (líneas 7 y 14). Pero también hay muchas líneas de autobús que atraviesan este barrio, uno de los más frecuentados de la ciudad. Una lanzadera muy práctica llega del aeropuerto Charles de Gaulle directamente a la estación Ópera. Después, el hotel está a sólo 5 minutos a pie. Si llegas a Orly con AirFrance, la lanzadera se para en la estación Invalides, bastante lejos del hotel. También se puede llegar al hotel por la línea C del RER, parando en la estación de Invalides, o por la línea B, que viene de Antony con una parada en Halles, también bastante lejos.
Desde los pasillos, la clase queda asegurada hasta las plantas superiores. En total son seis, que acogen las 36 habitaciones del hotel. Las medidas de las habitaciones, bastante reducidas, varían según la categoría: estándar, superior, de lujo y suite júnior. Se puede escoger entre tonos azul claro-azul oscuro o tonos de rojo, para un estilo clásico y elegante inmutable, donde los materiales utilizados huelen a nuevos. Tendrás la impresión de estar vagamente, sobre todo en las habitaciones equipadas con cama de baldaquino, el ambiente de las casas nobles que impregna sin duda el hotel, ya que pertenecía a Madame de Pompadour, favorita y preciosa confidente de Luís XV. Un mobiliario rigurosamente blanco casa con todos los elementos de madera del mismo color (puertas, partes de la pared, ventanas), y la blancura se separa de la tapicería de rayas azules o rojas, según la solución escogida. Este diálogo de sensaciones se continúa con los cubrecamas, los sillones y las cortinas. Las habitaciones, que en conjunto son agradables tanto de ver como de vivir a pesar de sus dimensiones reducidas, dan a la calle. Algunas tienen vistas al Teatro del Palacio Real, cuyo edificio brilla por los mosaicos dorados y las máscaras. Todas están provistas de minibar, televisor y teléfono. Los cuartos de baño con bordes de mármol verde, están nuevos y muy limpios, con una línea de productos de cortesía.
Al cruzar las puertas blancas correderas del Washington Ópera, entras en un entorno de aspecto clásico, donde los tonos claros de los objetos de decoración invitan al descanso. El gran vestíbulo está separado del salón por una serie de pilares de colores, con una mitad blanca y la otra amarillas, colores claros que también están en las paredes, en el sofá, en las lámparas e incluso en las orquídeas blancas de la parte superior de la chimenea. La luz natural está asegurada por una gran ventana que da a la calle. El salón es perfecto par pasar algunos momentos ojeando un periódico. El bar está situado en el sótano y coincide con el espacio reservado par el desayuno. El estilo es absolutamente clásico, pero todos los materiales son nuevos y modernos; de hecho, el hotel se renovó completamente hace pocos años.
El hotel Washington Ópera no ofrece servicio de restauración, pero hay disponible un servicio de habitaciones de 19:30 a 22:00 h. La sala del desayuno se encuentra en el sótano, como en la mayoría de hoteles parisinos, en búsqueda constante de espacio, pero entra una débil luz natural por las ventanas situadas en la parta alta de las paredes de la sala, coincidiendo con el nivel de la calle. Las paredes pintadas de amarillo están decoradas con fotos en blanco y negro que representan a parisinos, los sofás y las sillas de formas ondeantes alegran el parqué de madera oscura. Un bufé continental con zumos y fruta fresca, se sirve de 7:00 a 11:00 h, también en la habitación para los que lo deseen.
El hotel Washington Ópera fue en otra época la residencia de Madame de Pompadour, una apasionada de la ópera y del teatro y maestra de Luís XV.
sauna, salón de belleza, EPA
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El Louvre Piémont es un hotelito básico y tranquilo situado en el magnífico barrio del Louvre.
Situado entre el Louvre y la Ópera, este hotel, pequeño, cómodo y sencillo, es ideal para visitar los principales lugares turísticos de la capital con tus piernas como único medio de transporte.
Ambiente acogedor en este cómodo hotel con decoración elegante. La calle Thérèse es ideal para satisfacer la sed de conocimiento gracias a su situación dentro de un barrio clave de la cultura parisina, en el que se concentran los museos del Louvre y de Artes Decorativas y la Ópera Garnier.
Hotel de una estrella, sencillo y sin encanto, cercano al Louvre.
Cómodo hotelito sin pretensiones. Lo mejor de este establecimiento es su ubicación de ensueño, cerca del Louvre y del Palais Royal.
Hotel de un refinamiento extremo, romántico y tradicional. Posee unas referencias evidentes a la literatura, unas zonas comunes cuidadas y unas habitaciones de alta categoría, todas decoradas de una manera original y única.
Este lugar mágico ofrece una excelente relación calidad-precio.
Pequeño hotel de dos estrellas que, bajo una apariencia clásica, esconde habitaciones de decoración elegante, sobria y refinada.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.