"El lujo es un sentido", frase que nos comunicó la dirección al principio de nuestra visita. Una filosofía así deja abierto el camino para muchas suposiciones. Uno tiene curiosidad por saber lo que se esconde detrás de las puertas de las 30 habitaciones del Soho Sanctum. Todas ellas son diferentes y todas están decoradas de maravilla. Hay una romántica, con alas de ángeles colgadas en las paredes y almohadas con la forma de Inglaterra, otra completamente en blanco y negro, etc. Aparte de los equipamientos habituales como la conexión wifi, el minibar, la televisión de pantalla plana, climatización individual, caja fuerte, albornoces, productos de aseo biológicos, etc., todas tienen una característica insólita: un papel pintado con relieve que se puede descubrir con las puntas de los dedos. En este momento, la confesión de la dirección se hace evidente. Un detalle original: la dirección ha instalado la consola Wii Fit en todas las habitaciones, para contrarrestar la ausencia de gimnasio. Y como todos los problemas tienen una solución, el hotel ha cogido al toro por los cuernos y ha instalado un decorado en las ventanas sin vistas: "Como no había vistas, ¡las hemos creado!"