País del Loira: Además de los magníficos castillos del Loira, la región es famosa por sus playas nórdicas de inmensas extensiones de arena y su imperdible gastronomía. Descubra esta joya escondida.

Los castillos del Loira son monumentos históricos del Renacimiento francés situados a lo largo del hermoso y bucólico Valle del Loira. Estos castillos, auténticas joyas de la arquitectura y la historia francesas, atraen cada año a millones de visitantes de todo el mundo. Los más famosos, como Chambord, Chenonceau y Amboise, son ejemplos sobresalientes de la arquitectura renacentista francesa.

Los castillos se construyeron originalmente como residencias de la nobleza francesa y se han mantenido en un estado de conservación excepcional. Ya sea para admirar la arquitectura histórica, asistir a un vernissage, realizar una visita temática o pasar la noche en uno de los castillos del Loira, hay mil y una razones para descubrir estos monumentos centenarios. Para los amantes de la naturaleza y de los paisajes relajantes, los jardines de los castillos son también una visita obligada, con magníficos jardines formales y parques de estilo inglés. Recomendamos una visita al castillo de Chenonceau, encaramado sobre el Loira gracias a una serie de puentes tan gráciles como sólidos. Los jardines del castillo de Chaumont-sur-Loire y las 282 chimeneas del castillo de Chambord también son visitas obligadas. Si le gustan los barcos, puede incluso reservar una visita guiada por los castillos del Loira sobre el agua.

Aunque su nombre es un poco engañoso -el Loira sólo atraviesa dos de los cinco departamentos de la región-, no por ello es menos encantador. El Loira es, de hecho, el río más caudaloso del país. Atraviesa Francia de Oeste a Sur y ofrece un abanico de actividades para todo tipo de viajes y viajeros. Desde cruceros de lujo cerca de los castillos del Loira hasta escapadas deportivas en kayak por los sinuosos paisajes de la región del Loira, pasando por rutas en bicicleta, hay para todos los gustos. Como suele ocurrir, las ciudades y pueblos construidos en torno a los ríos son los más antiguos e históricos de la región. Saumur, con su castillo medieval y sus calles empedradas, le transportará a tiempos inmemoriales, mientras que Charité-sur-Loire es una visita obligada para los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela.

Casi tan popular como las estaciones balnearias del Mediterráneo, el País del Loira atrae en verano a multitud de turistas en bañador. En las amplias playas típicas del norte de Francia, las gaviotas acunan a los turistas mientras se aventuran en las frescas aguas del Atlántico. A lo largo de este litoral, que se adentra en uno de los campos de golf más románticos del mundo, pequeños restaurantes ofrecen una degustación de la pesca local, regada con el vino blanco de la región. La Baule, Les Sables d'Olonnes y Pornic son auténticos pequeños paraísos cuando llega la primavera. Los viajeros con niños encontrarán estos lugares especialmente cómodos para unas vacaciones en familia.

Los demás departamentos de esta región son más tranquilos y menos concurridos, y merece la pena visitarlos. Aunque no haya mar, no faltan lugares de interés. Más culturales y naturales, las actividades están, es cierto, quizá más dirigidas a un público adulto. Sarthe, Mayenne y Maine et Loire son ideales para los amantes de los bellos jardines (Parc oriental de Maulévrier, Jardin des Renaudies, jardines del Château de la Rongère y del Château du Lude) y de la arquitectura medieval y renacentista, con sus numerosos castillos y ciudades medievales (Sablé-sur-Sarthe, Château de Bazouges, Château de Lucé, Sainte Suzanne, Château de Craon, Château d'Angers y Château de Saumur). Si está cansado de tierra firme, tome un barco hasta las islas de Yeu o Noirmoutiers.

Además de los castillos y las actividades deportivas de la región, el País del Loira es también sinónimo de impresionantes parques temáticos. Entre los más conocidos, Le Puy du Fou ofrece una experiencia histórica envolvente para grandes y pequeños.