Para llegar a una de las 22 habitaciones (estándar, deluxe, junior suite y suite) de este hotel boutique, sube en el ascensor y descubre los significados de la palabra ?sensual? que tapizan su pared en varios idiomas. Las habitaciones de la primera planta están decoradas con murales de oro y plata realizados por artistas ?renacentistas? del siglo XXI, Domingo Rodriguez y Javier Montet. Además poseen grandes ventanales y balcones desde los cuales contemplar el ambiente de la ciudad. Los muros de los cuartos de las otras plantas están recubiertos de lienzos con representaciones macro de la naturaleza, de flores y de horizontes. Si te gustan los techos altos te recomendamos pedir una de las habitaciones de la primera planta. A nivel de servicios todas ofrecen una completa carta de almohadas, de sábanas (algodón, satinado, hilo, edredón), de masajes, equipo de música y dvd y una selección musical reflejada en el disco del hotel (así como un directorio de cd y dvd). Los huéspedes, con solo solicitarlo en recepción, podrán utilizar un ordenador portátil y también contratar un servicio de peluquería (24 horas antes). Los muebles son de madera natural y tratados artesanalmente con patinas diferentes. Todos los baños tienen la particularidad de esta recubiertos de cuarcita, una piedra natural que reúne, según cuentan, varias virtudes: libera las energías positivas y aporta bienestar. El kit de baño lleva la marca Korres. Todas las habitaciones deluxe tienen bañera y por supuesto una amplitud superior a las estándar. Las Junior Suites (diferentes según su ubicación dentro del edificio) dan la sensación de estar en una casa: algunas tienen una amplia terraza, otras, techos altos y grandes ventanales. En cuanto a la suite con vistas a la plaza San Felipe Neri, luce un bonito parqué de madera, tonos grises y verdes y cuadros vegetales. Los altos techos conservan el artesonado original. Frente a los amplios sofás de terciopelo, grandes ventanales se abren sobre un agradable balcón.