Entre dos colinas, los hoteles de Lyon destacan los atractivos de la antigua capital de la Galia, a caballo entre la historia y la gastronomía. Algunos establecimientos nos muestran una decoración acogedora y otras tan solo nos ofrecerán una mesa en la que sentarnos. En el casco antiguo, de la Presqu'île, entre el Ródano y el Saona, el Viejo Lyon, clasificado como patrimonio de la Unesco, los hoteles se construyen con fachadas de colores de influencia renacentista y los traboules de Lyon. Tomar un traboule, un pasadizo secreto que lleva a una calle paralela por un pasillo interior, es un verdadero viaje en el tiempo. La Tour Rose es uno de los más conocidos, en donde se encuentra un hotel, ideal para descubrir los tesoros ocultos de Lyon. Muchos son los hoteles acogedores del casco antiguo que presentan una decoración en las habitaciones de un estilo entre lo contemporáneo y lo renacentista. Algunas de estas joyas se convirtieron en restaurantes de estrellas, como la ciudad sagrada de la capital mundial de la gastronomía por Curnonsky. Esta fue la elección de la Cour des Loges, un hotel de lujo en pleno centro histórico del Viejo Lyon. Sobre una mesa de un pasadizo interior, los platos activan las papilas fe los visitantes y les transportan a un momento que se encuentra entre el pasado y el presente. Sobre la colina de Fourvière, el hotel la Villa Florentine se enorgullece de un restaurante gastronómico y de una impresionante vista de Lyon.