Breve recorrido por las plazas de Lyon

Conocida como la mayor plaza de la ciudad, pero sobre todo la mayor plaza peatonal de Europa, la plaza Bellecour es el orgullo de los lioneses, con su famosa terre rosée. Con una superficie de 62.000 m², es un verdadero punto de referencia entre el Ródano y el Saona, pero sobre todo el corazón del centro de la ciudad y de la Presqu'île. En el centro de la plaza se encuentra una estatua ecuestre de Luis XIV de más de 5 metros y 15 toneladas de peso, a cuyos pies hay dos estatuas alegóricas que representan el Ródano y el Saona.

A esta emblemática plaza se unen tres grandes calles comerciales: la rue de la République, que conduce al Hôtel de Ville, la rue Edouard Herriot, donde se concentran las marcas de lujo, y la rue Victor Hugo, que lleva a la estación de Perrache. Si le entra un poco de hambre durante el paseo, el restaurante Chez Louloutte, en la rue des Marronniers, le acogerá con la tradición y la generosidad que les son tan queridas.

Al norte de la península, bajo el barrio de la Croix-Rousse, la plaza des Terreaux ofrece un marco muy armonioso. Perfectamente rectangular, con una superficie de 7.000 metros cuadrados, está rodeada de prestigiosos monumentos como el Palais Saint-Pierre (Museo de Bellas Artes) y el magnífico Hôtel de Ville.

Al norte de la plaza, entre las terrazas de los cafés regularmente soleadas, se encuentra la famosa fuente de Bartholdi (originalmente diseñada para la ciudad de Burdeos), obra de arte monumental catalogada como monumento histórico, que simboliza el Garona y sus cuatro afluentes. En 1992, la plaza fue objeto de una importante renovación, en la que el artista Buren instaló 69 fuentes, dando un aspecto moderno a esta plaza de visita obligada. Una magnífica mezcla arquitectónica que podrá descubrir tomando una copa en la terraza.

En dirección al Ródano, en la rue de l'Arbre Sec, el restaurante gastronómico Culina Hortus juega con los 1001 sabores de la cocina vegetariana. Tras la cena, regrese a la Place des Terreaux para descubrir la fuente y el ayuntamiento, iluminados en la noche oscura de la Ciudad de las Luces.

Rodeada de tiendas de lujo, la plaza de los Jacobinos y su fuente son una de las joyas conservadas de Lyon. Antiguamente conocida como Place Confort, cuando el convento de los Jacobinos aún se encontraba al sur de la plaza, hoy es una parada central en los recorridos a pie de Lyon.

La fuente-estatua de su centro rinde homenaje a cuatro figuras del arte francés. Hippolyte Flandrin, Gérard Audran, Guillaume Coustou y Philibert Delorme vigilan la plaza y sus lujosos edificios. A tiro de piedra, el Grand Hôtel-Dieu, uno de los hospitales más antiguos de Francia, es una visita obligada para los visitantes de la plaza. Hoy dedicado al ocio, este monumento histórico destaca a orillas del Ródano por su grandeza y arquitectura.

Volviendo hacia el Saona, en la calle Mercière, el auténtico restaurante lionés Le Bistrot de Lyon y su sorprendente ambiente son la introducción perfecta a la gastronomía lionesa. Quenelle, Saint-Marcellin o pâté en croûte despertarán su paladar entre dos visitas.

Pequeña plaza central del Vieux Lyon, a los pies de la catedral Saint-Jean, es el lugar ideal para tomarse un respiro tras un paseo por las callejuelas del barrio. La más antigua de las plazas lionesas contribuye al bullicio del Vieux Lyon, que bulle en torno a la rue Saint-Jean. Entre en la catedral gótica y románica y contemple el rosetón central con sus admirables vidrieras.