


Un hotel discreto y elegante a un tiempo, con decoración clásica, prestaciones de alta categoría, y atendido por un personal competente y altamente cualificado.
- Norma internacional
- Bien situado
- Descanso
- Gastronomía
- Encanto
- Corazón
Un hotel discreto y elegante a un tiempo, con decoración clásica, prestaciones de alta categoría, y atendido por un personal competente y altamente cualificado.
En la intersección de la avenida Madison y la calle 77. En el barrio del Upper West Side, a dos pasos de Central Park y del Museo Metropolitano. El hotel se encuentra a 24 km del aeropuerto de La Guardia, a 28 km del JFK, y a 24 km del Newark. Está a dos manzanas de la línea 6 de metro.
Las habitaciones del Mark, luminosas y decoradas en un estilo clásico, con colores claros y cálidos, gozan de unas buenas dimensiones, con unos 66 m² de superficie. Dotadas de espesas alfombras, no sólo son agradables a la vista, sino que también son muy funcionales y están bien insonorizadas. Las instalaciones incluyen un vestidor, una cocina americana con cafetera y minibar, caja fuerte gratuita, una plancha con su correspondiente tabla, televisión con vídeo, fax, y varios teléfonos (uno de ellos inalámbrico, doble línea y contestador). Los cuartos de baño también son espaciosos, con hermosos azulejos, secador y ducha separada.
El Mark alberga 180 habitaciones, de las cuales 60 son suites, en un elegante edificio con fachada Art Déco construido en 1926, en un barrio acomodado del Upper West Side. Ofrece un entorno acogedor y refinado, decorado íntegramente en estilo Neoclásico italiano, y sus prestaciones están a la altura de su categoría de cinco estrellas. El vestíbulo, todo en mármol, comunica con un restaurante, situado algo más atrás, y un pub que da directamente a la calle. El edificio, renovado en marzo de 1996, encierra también una pequeña sala de musculación muy bien equipada, con sauna y jacuzzi. El servicio, atento y discreto, representa uno de los puntos fuertes del hotel.
El restaurante gastronómico del Mark, primorosamente decorado en tonos rojos, ofrece una cocina franco-americana minuciosamente elaborada por un equipo de prestigiosos cocineros. El restaurante sirve desayunos, almuerzos, cenas, brunchs los domingos y el Afternoon Tea (té de media tarde, de 14:30 a 17:30, bajo la dirección del "maestro del té" Ringo Lo, con una dilatada experiencia en el hotel Península de Hong Kong). El bar del Mark, situado a la izquierda de la recepción, ofrece por su parte el ambiente acogedor de un club inglés y, además de servir cócteles y aperitivos, nos permite visitar su hermosa cava de puros.
Entre los miembros de la plantilla, destacan un maestro del té y un maestro sumiller (hay 86 en todo el mundo) que imparte cursos de degustación (35 $ por dos horas). El portero del hotel, Giorgio Finocchiaro, es uno de los más afamados de la ciudad, ya que puede conseguir casi cualquier cosa, incluso entradas para los espectáculos más raros (aunque todo tiene un precio, por supuesto). Tres plantas son para no fumadores. La sala de fitness no cuenta con personal. Todas las habitaciones están equipadas con cocina americana.
masaje, salón de belleza, puesta en forma, EPA, baño turco, wellness
gimnasia, fitness, deportes
L'hôtel est à deux pas de Central Park, camle, très belle chambres design et un restaurant bar branché et vivant.
Près de Central Park
Petit déjeuner assez rachitique (quelques viennoiserie
hotel tres propre et agreable. bien pres de centre commerciaux et les grands axes. Je recommande pour les familles avec enfants de bas age."
hotel agreable et tres propre point de vue chambre et sanitaire.
le seul point faible qui n'est pas negative est la disponibilite de chambre en plein ete
Très accueillant, propre et bien placé. Rien a redire.
Propreté Situation Restauration
aucun inconvénients
J'ai eu l'occasion de séjourner deux fois dans cet hôtel. Hôtel merveilleux. Accueil irréprochable. Attentions particulières. Personnel au top !! Si vous séjournez à New-York c'est au Mark que vous devez être.
A deux pas de Central Park et des stations de métro. Chambres spacieuses.
Je n'en ai trouvé aucun.
Amazing lobby, beautiful rooms and a top class restaurant. What a renovation! Will definitely come back on my next trip!
The design and architecture is simply magnificent
A little out of the centre
Clasicismo, lujo y refinamiento, los tres sustantivos que caracterizan al Plaza, uno de los hoteles imprescindibles de la megalópolis estadounidense. No hay ninguna duda de que incluso los clientes más exigentes encontrarán un cuadro, unas prestaciones y unos equipamientos a la altura de sus esperanzas, todo ello con una suntuosa decoración estilo "Renacimiento francés".
Un hotel con buena presencia ubicado en un tranquilo barrio residencial, cerca de Central Park y del Museo Miles. Ofrece un alojamiento de calidad y acceso a un excelente club deportivo.
Uno de nuestros hoteles favoritos de Nueva York. Luce una decoración magnífica, en un estilo moderno, y el nivel de confort y de prestaciones es excelente. Por no mencionar su increíble centro de fitness y su piscina, desde la que se domina Nueva York.
Desde hace casi 72 años, el Pierre se impone como uno de los mejores hoteles neoyorquinos, premiado en innumerables ocasiones por los especialistas internacionales. No te dejes engañar, este establecimiento con aires de antiguo palacio ofrece prestaciones plenamente arraigadas en el siglo XXI.
Una situación privilegiada a dos pasos de Central Park, un entorno suntuoso, una decoración magnífica y sencilla. Sin ninguna duda, el Four Seasons New York es fiel a la tradición de refinamiento y de exigencia que caracteriza a la cadena hotelera en todo el mundo.
Viaja en el tiempo y vuelve a los años 1930 gracias al Jumeirah Essex House. Este símbolo Art Déco, antaño la torre más alta de Nueva York, abrió sus puertas el mismo año que el Empire State Building y fue renovado en 2007 después de haber sido comprado por el grupo hotelero con sede en Dubái que ha conseguido dejarlo todavía más bonito. Lo mires por donde lo mires, el establecimiento tiene un aire elegante y no le falta de nada para estar entre los más grandes: habitaciones encantadoras, una ubicación privilegiada, un restaurante refinado y un personal inteligente. Lo recomendamos sin lugar a dudas a cualquier tipo de viajero sin importancia de por qué razón se aloje en Nueva York.
Este distinguido hotel está en un barrio no menos distinguido. Es un establecimiento más bien pequeño en relación a lo que se suele ver en Nueva York. Es tan chic como un hotel europeo: desde la puerta de entrada hasta el gimnasio, estés en el rincón que estés. El Lowell, dotado de una rica historia (al igual que el mobiliario, las antigüedades y los objetos artísticos que alberga), dispone de todos los equipamientos modernos que se esperan de un hotel de esa categoría. Cada detalle ha sido estudiado minuciosamente y si eres capaz de encontrar un solo defecto, nos quitamos el sombrero. Las parejas o familias de pocos miembros considerarán el Lowell muy confortable y bien ubicado: propone los mejores servicios y un personal de lo más competente. ¡Este hotel se merece un SÍ como una casa de easyvoyage.fr!
A diferencia del Affinia Dumont que se define como un hotel dedicado al bienestar, el Affinia Gardens prefiere ser calificado como un hotel tranquilo. Al igual que el Dumont que justifica su estatus mediante "kits" adaptados, el Gardens propone kits "tranquilidad", "meditación", "jardines de la ciudad" y "rejuvenecimiento". Este hotel sólo dispone de suites: por lo que el espacio no falta, como en los demás hoteles Affinia. Al igual que sus homólogos, no se distingue por su decoración, pero es elegante, limpio y constituye un buen punto de partida para descubrir la ciudad, tanto en pareja, como en familia o entre amigos. Tal vez está algo alejado, pero si estuviese en plena ciudad no sería tan tranquilo.
Desde hace casi 72 años, el Pierre se impone como uno de los mejores hoteles neoyorquinos, premiado en innumerables ocasiones por los especialistas internacionales. No te dejes engañar, este establecimiento con aires de antiguo palacio ofrece prestaciones plenamente arraigadas en el siglo XXI.
Si el London NYC fuera una persona, muy probablemente sería elegante, humilde y feliz, ya que sabría que nunca pertenecería a la élite de pleno derecho, pero, puestos a pensarlo bien, ¿quién querría? Cuenta con todos los atractivos de cualquier prestigioso hotel de lujo de cinco estrellas, como el Pierre o el Four Seasons, con un toque de lujo moderno (¡Y sin las tarifas que suelen aplicarse en dichos establecimientos!). Aunque tenga poco más de tres años, se ha posicionado como una auténtica alternativa a los principales establecimientos y como un acogedor hotel de mejor calidad que los de las grandes cadenas. Goza, además, de una ubicación fantástica, con una de las decoraciones más elegantes que hemos visto en Nueva York y con un restaurante capitaneado por el célebre chef escocés Gordon Ramsay. Sin lugar a dudas: uno de nuestros hoteles favoritos.
El Waldorf=Astoria, una auténtica leyenda, ha atravesado el siglo XX sin que le salga ni una sola arruga. Inscrito en el registro de monumentos históricos de la ciudad de Nueva York desde 1993, el hotel más emblemático de la metrópolis norteamericana sigue ofreciendo un entorno lujosos y unas prestaciones dignas de su categoría de 5*.
Clasicismo, lujo y refinamiento, los tres sustantivos que caracterizan al Plaza, uno de los hoteles imprescindibles de la megalópolis estadounidense. No hay ninguna duda de que incluso los clientes más exigentes encontrarán un cuadro, unas prestaciones y unos equipamientos a la altura de sus esperanzas, todo ello con una suntuosa decoración estilo "Renacimiento francés".
El nombre lo dice todo. Si un hotel neoyorkino puede denominarse "palace", éste es el lugar, sin dudarlo. En cuanto entras ves que su interior tiene duende. Las estancias son de las más suntuosas que hemos visto, la panorámica increíble, tiene un restaurante estrellado, un gimnasio y un spa de gama alta... y una historia de lo más fascinante. Te recomendamos encarecidamente este magnífico hotel, con una ubicación ideal para todo tipo de viajero, estés por negocios o de turismo. Y si no te lo acabas de creer, pregúntale a alguien que se haya alojado allí. Nunca hemos escuchado ninguna crítica...
Viaja en el tiempo y vuelve a los años 1930 gracias al Jumeirah Essex House. Este símbolo Art Déco, antaño la torre más alta de Nueva York, abrió sus puertas el mismo año que el Empire State Building y fue renovado en 2007 después de haber sido comprado por el grupo hotelero con sede en Dubái que ha conseguido dejarlo todavía más bonito. Lo mires por donde lo mires, el establecimiento tiene un aire elegante y no le falta de nada para estar entre los más grandes: habitaciones encantadoras, una ubicación privilegiada, un restaurante refinado y un personal inteligente. Lo recomendamos sin lugar a dudas a cualquier tipo de viajero sin importancia de por qué razón se aloje en Nueva York.
Este distinguido hotel está en un barrio no menos distinguido. Es un establecimiento más bien pequeño en relación a lo que se suele ver en Nueva York. Es tan chic como un hotel europeo: desde la puerta de entrada hasta el gimnasio, estés en el rincón que estés. El Lowell, dotado de una rica historia (al igual que el mobiliario, las antigüedades y los objetos artísticos que alberga), dispone de todos los equipamientos modernos que se esperan de un hotel de esa categoría. Cada detalle ha sido estudiado minuciosamente y si eres capaz de encontrar un solo defecto, nos quitamos el sombrero. Las parejas o familias de pocos miembros considerarán el Lowell muy confortable y bien ubicado: propone los mejores servicios y un personal de lo más competente. ¡Este hotel se merece un SÍ como una casa de easyvoyage.fr!
El Kimberly, un hotel magnífico de Nueva York, está sobre todo destinado a personas con gustos por lo tradicional y sus habitaciones son principalmente suites. Su estilo es europeo y data del siglo XIX: su grandeza lo convierte en uno de los hoteles favoritos de diplomáticos y personas extranjeras en viaje de negocios que pasan largas temporadas en la ciudad. El hotel mezcla lo antiguo y lo nuevo de muchas maneras, por ejemplo, introduciendo un equipamiento moderno en las habitaciones de decoración antigua (incluso anticuada). Goza de una muy buena ubicación, sus habitaciones son grandes y dentro del mismo hotel encontramos la discoteca Nikki, un lugar muy de moda. Se trata de un establecimiento ideal para todo tipo de clientela, ya sea en términos de alojamiento o de tarifas. Si no quieres arriesgarte con un hotel reciente y moderno, a menudo en detrimento del espacio o del servicio, el Kimberly es el lugar ideal para ti.