Inaugurado en el 2006, el Barceló se imaginó como un hotel 5 estrellas pero la dirección decidió quedarse con un cuatro estrellas por la situación del mercado. Por ello propone servicios e instalaciones de calidad. Empezando por la recepción que tiene un look moderno inspirado del diseño industrial con grandes sillones negros de cuero, techo de madera, piso imitación de mármol?Aunque parezca un cubo, el hotel tiene forma de L. En la primera planta, se encuentran las salas de reunión. Y arriba del todo, en la décima planta, el spa, uno de los sitios interesantes del hotel. Reúne 3 cabinas para tratamientos, una para estética, una dúo y un circuito termal con camas de hidromasaje, fuente de hielo, ducha de aceites esenciales. Además se proponen clases de maquillaje y tratamientos a base de vino y de chocolate. Si te olvidas de tu bañador, no te preocupes, podrás escoger uno en la máquina expendedora. Y junto al spa, el gimnasio, abierto a todos los clientes del hotel, posee pocas máquinas pero domina la ciudad de las ciencias.