Tu recorrido cronológico por el museo te permitirá comprender la evolución y las diferentes técnicas de fabricación de la cerámica a través del tiempo, pero también según los territorios. Manises, Paterna y Alcora, por ejemplo, no tenían los mismos métodos de fabricación. Entre los siglos XIV y XVI, la cerámica de Manises, con reflejos metálicos y decoración azul, era muy apreciada por príncipes y pontífices. Del siglo XVII al XIX, la cerámica se utilizó cada vez menos para objetos decorativos, por lo que los artesanos empezaron a fabricar azulejos de barro con viva policromía y motivos imaginarios. Esta reconversión permitió que la producción de manises volviera a despegar.