Tierra de aventuras y luz
Ya venga a visitar monumentos históricos, a admirar la diversidad de sus espléndidos paisajes, por su destacado patrimonio artístico, a descubrir ciudades imperiales, a hacer deporte, a caminar por el desierto o a relajarsebajo el sol... Todo esto es posible en Marruecos. En tan sólo unas horas de avión, podrá salir de las frías brumas de Europa y adentrarse en el calor sereno y relajante del país del sol poniente.
Marruecos, el país más accesible de África desde el Viejo Continente, atrae a una clientela variada gracias a sus numerosas instalaciones turísticas que se adaptan a todos los presupuestos. Océano Atlántico o mar Mediterráneo, desierto o montaña, ciudades imperiales de moda o confidenciales, hay para todos los gustos. En cuanto a la comida, la cocina marroquí pone las especias en primer plano, aunque su función es añadir color y sabor, y los platos son relativamente suaves. Destino seguro y acogedor, la hospitalidad marroquí goza de fama mundial desde hace miles de años.
Venir a Marruecos es sin duda un cambio de aires. El país posee un rico patrimonio cultural e histórico. Mezquitas, palacios y casas de estilo bereber son sólo algunas de las joyas que podrá descubrir durante su estancia en Marruecos. Herencia de diversas dinastías árabes y bereberes, el centro del país alberga las capitales imperiales de Marrakech y Meknes. Estas últimas le invitan a descubrir un acertado maridaje entre tradición y modernidad. Rodeadas de murallas, estas ciudades, con sus paisajes siempre cambiantes, albergan un intenso patrimonio arquitectónico, cultural y artístico único en cada una de ellas.
En la costa atlántica o en las montañas del Atlas, las kasbahs y medinas, estas ciudades adornadas con palacios, mezquitas y mausoleos, revelan sus secretos al pasear por los zocos, fuentes y callejuelas serpenteantes. Una escapada que hará las delicias de los cazadores de gangas, los amantes del arte y los simples curiosos.
Dotado de mil y un colores, Marruecos encanta al instante a los viajeros por la diversidad de sus paisajes. Del desierto a sus oasis, pasando por el Atlas, los pueblos bereberes y el mar Mediterráneo y el océanoAtlántico, este país del Magreb ofrece momentos inolvidables.
La tierra del final de Marruecos, el Sur Profundo marroquí, atrae a pocos turistas. La falta de infraestructuras para recibirlos es sin duda un obstáculo para el desarrollo del turismo en la región. Es una pena, porque el sur de Marruecos es un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza. Algunas ciudades salpican la costa atlántica y el desierto, pero para el resto no hay más que océano, desierto y viento. Aquí y allá hay pueblos de pescadores y campamentos nómadas. Es fácil entender por qué Antoine de Saint-Exupéry se deprimió cuando estuvo destinado en Tarfaya, y por qué la soledad le pesaba tanto. Pero si lo que busca son unas vacaciones relajantes lejos del ajetreo de la vida moderna, el Sur Profundo de Marruecos es sin duda el destino ideal.
Olvídese por un momento de Marrakech, Agadir o Essaouira y descubra un Marruecos diferente, más auténtico y tradicional, pero también más sorprendente. Fez la espiritual, Tánger la rebelde y Tetuán la discreta son algunas de las ciudades que podrá visitar paseando por las callejuelas de la medina y recorriendo los distintos barrios de zocos. Pero el norte de Marruecos también es una delicia para los amantes del relax. Las playas del litoral mediterráneo son ideales para disfrutar del mar, y la temperatura del agua es siempre muy agradable. El norte del Reino es un destino ideal para descubrir Marruecos de una forma diferente, lejos de los lugares turísticos y los hoteles club. En resumen, Marruecos es un país donde la palabra "viaje" adquiere todo su significado.
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Qué ver
¿Cómo llegar?
La forma más fácil de llegar a Marruecos es, por supuesto, en avión. Marrakech está a 3 horas de vuelo de Madrid, Casablanca a 2 horas y Agadir a 3h30. Tánger, Fez, Rabat, Ouarzazate y Essaouira también tienen aeropuertos internacionales.
✈️ Volar a Marruecos
Las principales ciudades marroquíes disponen de aeropuertos internacionales con conexiones a toda Francia.¿Dónde alojarse?
Marruecos cuenta con un gran número de hoteles para todos los gustos: hoteles de lujo, palacios, hoteles club, hoteles boutique, riads, etc. Marrakech y Agadir siguen siendo los dos principales destinos para alojarse, pero también hay algunos hoteles de calidad por todo el país. En definitiva, Marruecos se está convirtiendo en un país de lujo en lo que a hoteles se refiere.
Información práctica
Documentos y visado :
Para permanecer en Marruecos, es necesario disponer de un pasaporte válido que cubra toda la estancia. Desde 2015, los pasaportes son obligatorios, incluso para los grupos en viajes turísticos organizados, y la entrada en Marruecos ya no es posible únicamente presentando el documento nacional de identidad. Los franceses no necesitan visado.
Moneda :
La moneda marroquí es el dirham (MAD), que sólo puede obtenerse en Marruecos. El cambio de moneda se efectúa en los bancos y establecimientos autorizados, que están indicados con un signo dorado. Al final de la operación, le entregarán un resguardo, que necesitará al final de su estancia si desea volver a convertir los dirhams que le queden en su propia moneda. Los cajeros automáticos de las principales ciudades aceptan todas las tarjetas de crédito internacionales. También puede acudir a los bancos con una tarjeta de crédito o un talonario de cheques. Los principales hoteles, restaurantes, tiendas e incluso algunos comercios de los zocos aceptan tarjetas de crédito. Tenga en cuenta que es ilegal importar o exportar dirhams.
Electricidad:
Los enchufes suministran 220 V en los edificios nuevos, pero 110 en los más antiguos, a veces ambos. Los enchufes son de tipo francés, por lo que no suele ser necesario un adaptador.
Salud:
No es obligatorio vacunarse para viajar a Marruecos. Evite beber agua del grifo y de vendedores ambulantes, prefiera agua de manantial embotellada. Infórmese antes de bañarse en los uadis. Por último, no olvide sus pastillas para el intestino si es frágil, y tome precauciones contra las picaduras de insectos y el sol.
Lalengua:
La lengua de la educación, la administración y los medios de comunicación es el árabe clásico. Las lenguas cotidianas son el árabe dialectal y el bereber, hablados principalmente en las regiones del Rif, el Atlas y el Souss. La mayoría de los marroquíes hablan francés, pero también español e inglés.
Propinas:
La propina (o bakchich) es una costumbre muy arraigada en la tradición del país. Para algunos, es la única fuente de ingresos. Según la costumbre, es mejor dar poca propina pero a menudo. Deje entre un 10 y un 15% del importe total en los restaurantes si el servicio no está incluido, un 10% en los taxis, entre 5 y 10 dirhams por el servicio de aparcacoches del hotel, y la misma cantidad por el equipaje. Al salir del hotel, se le pedirá que pague una minitasa, que irá al fondo de promoción turística.
Transporte :
El coche es el medio de transporteideal para recorrer el país, por lo que se puede parar a voluntad para disfrutar del paisaje. El código de circulación es internacional y se utiliza el francés en las señales de tráfico. Hay muchas empresas de alquiler de coches en las principales ciudades. Sin embargo, hay que tener cuidado no sólo con los automovilistas, sino también con ciclistas, motoristas, peatones, carros e incluso animales. ¡Toca el claxon! Una última recomendación: llene el depósito de gasolina lo antes posible.
Los autocares son más baratos y pueden llevar le a casi cualquier sitio. Es el medio de transporte público más común en Marruecos. Como alternativa, los "grandes taxis " ofrecen conexiones con el aeropuerto, interurbanas y suburbanas. Si puede, acuerde la tarifa antes de salir. En la ciudad, puede utilizar taxis pequeños y económicos. Asimismo, cuando falle el taxímetro, especifique el importe por adelantado.
Lamejor época del año:
Las mejores épocas para disfrutar de Marruecos son la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son agradables. El invierno puede ser un poco frío en el norte del país, y el mercurio puede alcanzar rápidamente máximos históricos en el sur de Marruecos en verano.
Diferencia horaria:
Marruecos se encuentra en el huso horario GMT+1, pero desde 2018, el país ya no cambia del horario de invierno al de verano. Como resultado, no hay diferencia horaria entre Francia y Marruecos en invierno, y Marruecos está una hora por delante de Francia en verano. Sin embargo, el país cambia de hora durante el Ramadán, por lo que está dos horas por delante de Francia durante este periodo.
El calendario musulmán es el ritmo de la vida marroquí. Los días festivos se derivan en gran medida de él, la llamada a la oración anunciada desde los minaretes cinco veces al día detiene el tiempo durante unos minutos, y durante el Ramadán el país parece hibernar. En la vida cotidiana, es importante evitar beber alcohol en público. También hay que abstenerse de criticar al Rey o a la familia real.
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