Marruecos es conocido sobre todo por su diversidad cultural, su desierto y sus ciudades imperiales. Pero también alberga muchos paisajes insólitos, como el impresionante valle del Dades. Sus paredes rocosas ocres, rojas y anaranjadas recuerdan a los desiertos de Estados Unidos. Sólo las kasbahs y cuevas, testigos de la historia de las tribus bereberes, nos recuerdan que estamos en Marruecos.
El Dades suele ser una de las regiones "favoritas" de los viajeros, con sus magníficos paseos y excursiones en un paisaje a veces lunar, entre cañones y pueblos rurales. Sin embargo, el valle del Dades sigue siendo salvaje y virgen para el turismo de masas, ¡y eso es lo que lo hace tan encantador!
Y en la parte alta del valle se esconde una auténtica curiosidad natural: ¡las gargantas del Dades! Éstas nos sumergen en un Marruecos auténtico que ha conservado su carácter tradicional bereber. Es el lugar perfecto para los amantes del senderismo y la naturaleza.