


El Despotiko fue inaugurado en 1976, así que no es de lo más reciente... Te das cuenta nada más llegar, con un simple vistazo. A la anticuada decoración no le vendría nada mal un toque de frescura y, sobre todo, de modernidad. Sin embargo, gracias al pasado de sus paredes, es un establecimiento con un encanto que no suele encontrarse en muchos otros hoteles. Este hotelito de ciudad junto a la carretera es el punto de partida ideal para ir a la ciudad, aunque, a la vuelta, tengas que subir una cuesta bastante empinada.
- Bien situado
- Descanso