Aunque la arquitectura del hotel tiene su origen en el estilo tradicional de las Cícladas, el Mykonos Ammos, misteriosamente, no tiene un encanto especial. No obstante, este pequeño hotel de tamaño razonable está situado en un emplazamiento más que perfecto, que permite disfrutar de la playa de Ornos, al sur de Mykonos.
Se descubre el establecimiento al entrar en un pequeño patio interior elegantemente decorado con plantas. Este lleva directamente al pequeño vestíbulo del hotel. La recepción es muy agradable y el pequeño salón situado delante es muy acogedor. En este último hay un ordenador disponible para aquellos que deseen consultar Internet. El mobiliario ornamentado de blanco se armoniza perfectamente con la decoración hecha con materiales naturales. Sin embargo, el ambiente cambia considerablemente alrededor de la piscina, ya que parece que esté completamente abandonada. El tamaño de la piscina permite refrescarse, pero olvídate de hacer largos. Hay seis tumbonas disponibles, pero ninguna sombrilla para protegerse del sol. Es una lástima ya que no sería necesario gastarse demasiado para llenar de encanto la recepción.