Tras 5 años de incesante campaña para conseguir la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992, Albertville y Savoie fueron elegidos oficialmente organizadores en 1986. El departamento francés y sus trabajadores dispusieron así de menos de seis años para preparar el mayor acontecimiento jamás visto. Después de Chamonix en 1924 y Grenoble en 1968, eran los terceros Juegos Olímpicos de Invierno que se celebraban en Francia, movilizando enormes recursos humanos y financieros en varias ciudades. Del 8 al 23 de febrero de 1992, Albertvillois y los atletas de todo el mundo se dieron cita en trece sedes olímpicas, impulsados por la pasión.
