Partiendo de la magnífica playa de Malendure, en el pueblo de Bouillante, en Basse-Terre, la reserva de Cousteau es un lugar único en Guadalupe. Verdadero paraíso para los amantes del submarinismo, es sin duda uno de los lugares más bellos del archipiélago. Esta reserva marina, formada por los islotes Pigeon y 1.000 hectáreas de fondos marinos, debe su nombre al más célebre de los comandantes: Jacques Yves Cousteau. Fue él quien, en 1959, descubrió este santuario marino con su equipo y pidió que se clasificara como reserva para preservarlo. Arrecifes de coral, peces tropicales y tortugas han encontrado ahora en esta reserva un remanso de paz muy apreciado por los turistas. Y aunque se puede llegar en kayak, barco con fondo de cristal o yate para disfrutar del fondo marino, necesitará equipo de submarinismo, aletas y máscaras si quiere apreciar todo el esplendor de la zona y toparse con peces de mil colores.