Una de las costumbres de la peregrinación es cruzar siete veces el espacio entre las dos pequeñas colinas Safa y Marwah, cerca de la Kaaba, dentro de la imponente mezquita Masyid al-Haram. El corredor que atraviesan los peregrinos tiene 450 metros de largo. El paseo en cuestión es una forma de recordar el viaje de Hajar a buscar agua para su hijo. A pocos kilómetros del centro de La Meca, la Montaña de la Luz (Yabal al-Nour), donde se dice que Mahoma tuvo su primera revelación con Dios, es también un lugar respetado y visitado.
