Lo que es excepcional en cualquier otro lugar del planeta es básico aquí: una isla, un hotel. ¿Una villa sobre pilotes? Eso es lo normal en las Maldivas. ¿Una piscina privada? ¿Acceso directo a una playa o una laguna? Nada más normal. Para destacar entre la multitud, los complejos compiten por ofrecer experiencias únicas: restaurantes submarinos, villas bajo el agua, telescopios, toboganes desde la habitación a la laguna, nadar con un tiburón ballena... Afortunadamente, el lujo no es el único criterio de selección: club de animación, actividades para familias, pequeña isla en su laguna o gran isla cubierta de vegetación tropical, artificial o natural, a 10 minutos en barco de Malé o a 1 hora en hidroavión, he aquí una muestra de hoteles para vivir el sueño maldivo, ¡según su presupuesto y sus deseos!