Una excursión por los senderos lunares del lago Natrón en Tanzania

El lago Natron, en Tanzania, es un destino único para los viajeros que buscan salirse de los caminos trillados y descubrir paisajes naturales excepcionales. Situado al norte del país, este lago salado está rodeado de majestuosas montañas y alberga una biodiversidad única. Verdadero tesoro de África Oriental, esta masa de agua alcalina se extiende a lo largo de 58 kilómetros.

Su principal característica es su profundidad, ¡que no supera los 50 centímetros! El lago Natrón es conocido por su alta concentración de ceniza de sosa y natrón químico, que le confiere un asombroso y fascinante color rojo anaranjado. Estas aguas de color rojo oscuro alcanzan a veces los 140°C, mientras que la temperatura media del lago ronda los 40°C. Cuando el agua dulce se evapora, lo que queda es agua con una alta concentración de minerales salinos como el sodio y la trona. La espirulina, un alga de tonalidad azul verdosa, se encuentra por todo el lugar, proporcionando un espectáculo bastante colorido. Es un próspero caldo de cultivo para bacterias y algas.

Esta característica geológica atrae a viajeros en busca de experiencias extraordinarias, que vienen aquí a explorar las coloridas formaciones rocosas que bordean el lago. Las aguas del lago también albergan varias especies de peces endémicos, como la Alcolapia latilabri y la Alcolapia Ndalalani. Aunque el lago pueda parecer hostil, seco y polvoriento, Natron alberga una flora fascinante. No se pierda los alrededores, dominados por imponentes montañas como el volcán inactivo de Ol Doinyo Lengai.

La auténtica joya de la corona del lago Natrón es, sin duda, su rica y diversa fauna. Pero la estrella de sus aguas no es otra que el flamenco rosa. De hecho, las bacterias y algas que contiene constituyen un caldo de cultivo ideal para estas aves. Miles de ellas se reúnen aquí cada año para alimentarse y reproducirse, creando un espectáculo inolvidable para los visitantes.

Los flamencos, con su plumaje rosado y esbelta silueta, son uno de los iconos de la fauna africana, y ver a estas majestuosas aves en su hábitat natural es una experiencia que no debe perderse. Cada año, de junio a noviembre, la región de los lagos acoge un fabuloso espectáculo. Más de 3 millones de flamencos acuden a las orillas del lago para reproducirse. La mayoría de los huevos de esta especie de flamenco eclosionan en el lago Natron. El entorno cáustico del lago, su elevada temperatura y su alta e inhóspita salinidad constituyen una buena barrera contra los depredadores.

No cabe duda de que el Valle del Rift atrae a viajeros en busca de aventuras. Sus escarpes ofrecen vistas y panorámicas absolutamente espléndidas. El lago Natron se halla a 609 metros de altitud, y sin embargo es uno de los lugares más bajos del Rift. Pero además del magnífico espectáculo de los flamencos enanos que adoran el ecosistema del lago, una visita a la región también ofrece la oportunidad de conocer al pueblo masai. Esta tribu seminómada de pastores es la más famosa de la región. Los masai han desarrollado una estrecha relación con la naturaleza y han adaptado su modo de vida al duro entorno del Gran Valle del Rift.

Los viajeros pueden conocer a miembros de la tribu y descubrir su modo de vida tradicional, así como su artesanía local, como joyas de cuentas y telas de colores. Cuando los conozca, le explicarán su organización social y sus costumbres. Los masai no tienen libros, así que transmiten sus tradiciones a través de canciones y danzas ancestrales.

Además de contar con una asombrosa variedad de flora y fauna, la región es una de las favoritas de los senderistas. De hecho, los alrededores del lago se prestan fácilmente a expediciones a pie. Y ésta es, sin duda, la mejor manera de acceder a los panoramas más bellos del Gran Rift. Los paseos son relativamente fáciles, así que no hace falta estar en forma olímpica para explorar los paisajes lunares del lago Natron. Para refrescarse, no se pierda un chapuzón en la cascada de Ngare Sero, al pie del monte Ol Doinyo Langaï.

Sin embargo, el lago Natron está amenazado por la minería y las actividades humanas, que repercuten negativamente en el frágil ecosistema de la región. Las autoridades locales han tomado medidas para proteger este paraje excepcional, pero sigue siendo esencial que los visitantes muestren respeto por la naturaleza y las comunidades locales para preservar esta joya de Tanzania para las generaciones futuras.