Los yacimientos arqueológicos más bellos no se encuentran necesariamente en Grecia, ni siquiera en Italia. De hecho, Turquía está repleta de conmovedoras y magníficas excavaciones, testimonio de los prodigiosos logros de las civilizaciones griega y romana durante la Antigüedad a través de sus antiguos teatros, templos, ágoras en ruinas...
Éfeso, sede de una de las Siete Maravillas del Mundo, el Templo de Artemisa, y Pérgamo**, cuya prestigiosa Acrópolis domina los alrededores, ya eran rivales en su época de esplendor. Llevan las huellas de las influencias helenísticas y romanas, así como de la aparición de las primeras iglesias cristianas en Oriente.
Éfeso y Pérgamo albergan restos excepcionales, que lógicamente han sido clasificados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Dos grandes sitios situados a sólo 2 horas en coche el uno del otro. Una visita obligada para los amantes de las piedras antiguas, la historia y la arqueología, así como para los neófitos: ¿quién podría permanecer indiferente ante tales maravillas de la antigüedad?