Al visitar Vigo, una cosa que no puedes perderte es ir a uno (o varios) de los mercados de la ciudad. Hasta finales del siglo XIX, estos mercados al aire libre eran como una imagen cotidiana de la ciudad, en los que se vendía sobre todo pescado. Hubo que esperar hasta 1878 para que se aprueba la puesta en marcha del primer mercado de frutas y verduras en Porta do Sol, pero este duró tan solo unos 25 años.
