La Alcazaba, construida en gran parte en el siglo XI sobre restos romanos, ha sido residencia de reyes y gobernantes musulmanes y cristianos. Entre los siglos XIII y XVI, el edificio fue reformado y unido al Castillo de Gibralfaro. Uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la Alcazaba tuvo lugar durante el reinado de los Reyes Católicos. Fue sitiada y luego devuelta a los Reyes Católicos tras un largo periodo de bloqueo. La cruz y el estandarte de la Torre del Homenaje atestiguan esta victoria.
El palacio se construyó originalmente con fines defensivos. Sin embargo, a lo largo del siglo XIX se le dieron diferentes usos: se convirtió en refugio de delincuentes y hogar de marginados e indigentes. En la actualidad, es propiedad del ayuntamiento y alberga un museo arqueológico. Fue declarado Monumento Nacional en 1933, y 60 años después la Junta de Andalucía le concedió un reconocimiento especial entre los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Es una visita obligada para los amantes de la historia o los simples curiosos de la historia de Málaga.