Es difícil poner fecha al entusiasmo del hombre por el juego. Ya en el castillo de Versalles, bajo el reinado de Luis XIV, se organizaban loterías para los miembros de la corte. En vista de los excesos que generaban, los políticos introdujeron prohibiciones y el clero las apoyó para proteger a los trabajadores de los abusos. Fue Napoleón, un líder político nacido en Ajaccio (Córcega), quien creó los primeros establecimientos de juego en 1804. El objetivo era desalentar el juego ilegal y crear un espacio donde pudiera ser supervisado y controlado. Así se evitaba el blanqueo de dinero y el fraude. En aquella época, los casinos sólo estaban autorizados en estaciones balnearias.
El primer casino oficial fue el de Montecarlo (Mónaco), que abrió sus puertas en 1863. Poco después, el resto de Francia siguió su ejemplo, sobre todo con el Casino de París en 1890. El Casino Barrière de Cannes es una institución y una leyenda desde 1900.