Los 10 hoteles más legendarios de Marsella

Paseando por la Corniche Kennedy, no puede perderse la imponente silueta blanca del Rhul, un 3 estrellas con vistas al Mediterráneo. Más conocido por su restaurante, que sirve una de las mejores bouillabaisses de Marsella, esta institución marsellesa alberga también un hotel de magnífico encanto.

La mayoría de las bonitas habitaciones del Rhul ofrecen impresionantes vistas al mar. Dirigido por la misma familia desde hace tres generaciones, en todo el establecimiento se respira un ambiente cordial y agradable.

En pleno corazón del barrio de Panier, el InterContinental Marseille Hôtel-Dieu de 5 estrellas es desde 2013 la nueva joya de la corona de Marsella. Hay que decir que la arquitectura delantiguo H ôtel-Dieu tiene mucho que ver, ofreciendo volúmenes extraordinarios en los que los servicios ofrecidos y la moderna decoración cobran todo su protagonismo.

179 habitaciones y 15 suites, un restaurante gastronómico, una brasserie, un spa con piscina y, sobre todo, una terraza gigantesca con una vista impresionante de Notre-Dame de laGarde... ¿Cómo no caer rendido a sus encantos?

La Cité Radieuse, único edificio de este tipo en el mundo, fue diseñado por Le Corbusier en los años 50 y es una auténtica experiencia vital. Visitar esta obra de arte arquitectónica permite comprender mejor la filosofía del arquitecto.

El edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga también un hotel de 3 estrellas con 21 habitaciones de diseño vintage, sin escatimar en comodidad. Después de visitar la galería comercial y el restaurante, no olvide subir a la azotea para disfrutar de una vista panorámica excepcional de toda Marsella.

Propiedad de la cadena Sofitel desde hace casi 50 años, la versión marsellesa es un orgullo para el grupo hotelero de lujo. La decoración del Sofitel Marseille Vieux-Port 5 es tan impresionante como la vista del Vieux-Port desde su terraza.

El estilo de las 134 habitaciones se inspira en los yates de lujo que suelen verse pasar por el puerto de Marsella. Con su spa, piscina cubierta, bar y restaurante panorámico, el Sofitel es una dirección que hará las delicias tanto de los enamorados como de las familias de vacaciones.

Construido en 1874 a petición de una rica familia de comerciantes, el Château Beaupin es un edificio ecléctico diseñado por el arquitecto Paul Sédille, cuya fachada y tejado están declarados Monumento Histórico. En el interior, las chimeneas de mármol rosa y el dorado de las habitaciones contiguas, complementados por una decoración contemporánea, confieren al lugar todo su caché.

El hotel dispone de 14 habitaciones, algunas con vistas al mar. Hay una piscina en el pequeño jardín frente al castillo y una agradable terraza para tomar el aperitivo cuando hace buen tiempo. El desayuno es clásico, pero puede adaptarse a los gustos de los huéspedes, dando la impresión de ser acogido en una casa familiar, con la comodidad añadida de un hotel.

El hotel C2 5* es una pequeña joya enclavada en un joyero del siglo XIX. Situado en uno de los barrios acomodados de Marsella, este establecimiento es un remanso de paz y decoración donde lo antiguo y lo moderno, las artes y la cultura, la relajación y el bienestar se unen para deleite de sus huéspedes.

Nos encantan sus elegantes y modernas habitaciones y su magnífico spa, que ofrecen un bienvenido descanso de nuestro ajetreado estilo de vida. Pero el verdadero extra son las excursiones de un día a la isla de Degaby: un auténtico momento fuera del tiempo.

Antes de su renovación en 2018, el nhow Marseille era conocido por acoger a los futbolistas que debían participar en un partido en el Stade Orange Vélodrome. Hoy, el hotel presume de una decoración moderna que contrasta magníficamente con el mar Mediterráneo.

La mayoría de las 150 coloridas habitaciones ofrecen magníficas vistas al mar, a menudo con terraza. Y eso sin mencionar la magnífica vista desde la gran piscina del hotel. Añada a esto un delicioso restaurante y tendrá el cóctel perfecto para un fin de semana en Marsella.

Todos los marselleses conocen el Petit Nice-Passedat 5*. Toda una institución en la ciudad, el hotel albergó durante muchos años elúnico restaurante con 3 estrellas Michelin de la ciudad, lo que enorgullece a los marselleses.

Pero la gente también viene a disfrutar de la vista panorámica sobre el mar y las islas Frioul, y de las 16 lujosas y confortables habitaciones. Inaugurado en 1917, el Petit-Nice Passedat atrae por igual a locales y turistas, y prevemos que seguirá haciéndolo durante muchos años.

Inaugurado en 2012, el Mama Shelter Marsella de 3* fueel segundo establecimiento de la cadena** del mismo nombre abierto en Francia. Se esperaba que fuera el mesías, pero la versión marsellesa ha cumplido su promesa haciéndose eco de la matriz parisina y convirtiéndose en el nuevo "place to be" para los jóvenes de Marsella.

Mama Shelter se ha hecho un nombre en la escena marsellesa gracias a su ubicación privilegiada en un barrio popular en pleno auge -el famoso Cours Julien-, su diseño Starck, su clientela joven y a la moda y su restaurante de renombre, todo ello a precios muy razonables.

ElHotel Belle-Vue de 3 estrellas, con una fachada inseparable del paisaje del Puerto Viejo, insufla un soplo de Belle Epoque a toda Marsella. Al final de laescalera de hierro forjado, catalogada como monumento histórico, las habitaciones son encantadoras y confortables.

En la planta superior se encuentra uno de los balcones más codiciados de Marsella, el del bar-restaurante La Caravelle, que debe su nombre al cabaret que había aquí: ¡la vista sobre el Puerto Viejo y Notre-Dame de la Garde es impresionante! Con un poco de suerte, tendrá la misma vista desde su habitación...