Un paseo por el Puerto Viejo

La antigua colonia griega de Massalia se construyó alrededor del Puerto Viejo en el año 600 a.C. Cuenta la leyenda que la ciudad nació del matrimonio de una princesa y un marinero de Fócea, lo que demuestra que Marsella siempre ha acogido a extranjeros.

Massalia se convirtió en Massilia durante el Imperio Romano **, antes de tomar el nombre** de ** Marsiho en la Edad Media**. El Puerto Viejo fue siempre el centro neurálgico de la ciudad, esencial para el comercio en el Mediterráneo. Para protegerlo, se construyeron dos fuertes a la entrada del puerto: el Fuerte Saint-Nicolas y el Fuerte Saint-Jean.

El Vieux-Port de Marsella es ahora un puerto deportivo y pesquero, pero sigue siendo el símbolo de la ciudad. Fue renovado en 2013 en el marco del programa Marsella Capital Europea de la Cultura. Antes rodeado de carreteras, se ha reducido el tráfico para dejar más espacio a los peatones y se ha facilitado el acceso al puerto. Una marquesina diseñada por Norman Foster cubre ahora el muelle, dando al Puerto Viejo un aspecto más moderno.

Para llegar al Puerto Viejo de Marsella, tome la Canebière, la avenida más emblemática del centro de la ciudad. Se extiende a lo largo de un kilómetro hasta la Eglise des Réformés. Tiendas, cafés, hoteles delujo... la avenida era un lugar de moda en el siglo XIX, pero poco a poco se convirtió en la vía de paso de todos los marineros que atracaban en el Vieux-Port, y el alcohol corría a raudales. La avenida fue restaurada posteriormente y ahora es frecuentada a diario por cientos de personas que van y vienen del Viejo Puerto. El emblemático Viejo Puerto era y sigue siendo el corazón palpitante de la ciudad de Marsella. Su atmósfera ha permanecido inalterada durante siglos.

Aquí podrá pasear por los muelles y observar a los pescadores que se hacen a la mar o regresan a casa con los brazos llenos de pescado. En los días soleados o lluviosos, puede refugiarse bajo la sombra del tejado, cuyo techo cubierto de espejos se presta fácilmente a los selfies. El pastis corre a raudales por las terrazas de los numerosos bares y restaurantes que bordean el puerto, y el ambiente es agradable y desenfadado.

Es un lugar ecléctico donde reina el ajetreo constante del centro de la ciudad, y que contribuye innegablemente a la reputación de Marsella. Sin el Puerto Viejo, antiguamente conocido como Lacydon, Marsella carecería prácticamente de personalidad.

Cada mañana, el Vieux-Port de Marsella se llena de puestos: es la hora de la lonja. Los pescadores presentan y venden lo que han pescado esa misma mañana en la subasta de pescado... ¡más fresco imposible! Pescaderos, turistas y lugareños se mezclan aquí para comprar su almuerzo o simplemente para admirar los peces, a veces enormes, que se alinean en los puestos. Si no le gusta el olor a pescado, el mercado de flores de los martes y sábados por la mañana será más de su agrado.

Si sólo hubiera una cosa que visitar durante un fin de semana en Marsella, sin duda sería el Puerto Viejo. Puede dedicar unos minutos a conocerlo o quedarse una o dos horas para impregnarse de su ambiente único.

📍 ¿Cómo llegar al Vieux-Port de Marsella?

En pleno centro de la ciudad, el Vieux-Port de Marsella es fácilmente accesible a pie o en transporte público. La línea 1 del metro llega hasta la estación Vieux-Port, así como las líneas 41, 47, 55, 60, 61, 80, 82, 82s y 83 de autobús. Por aquí pasan también todas las lanzaderas marítimas de la ciudad. También hay aparcamientos subterráneos de pago.