Visitar el Palacio de los Normandos, la deslumbrante joya de Palermo

Desde 1946, el Palazzo es la sede de la Asamblea Regional de Sicilia, lo que posiblemente lo convierte en el lugar más lujoso para una oficina. Los vestigios del palacio existen en este lugar desde el siglo IX, pero fueron los normandos quienes le dieron una gran remodelación y su nombre. Tras invadir Sicilia en 1072, convirtieron el palacio en la residencia principal del rey e intentaron embellecerlo aún más.

En 1132, el rey Roger II añadió la famosa Capella Palatina, una deslumbrante capilla que consigue mezclar a la perfección los estilos arquitectónicos normando, fatimí y bizantino para crear una obra maestra dorada. Más que belleza, esta armonía arquitectónica de estilos diversos resume el estado tricultural en el que se encontraba Sicilia durante el siglo XII. El santuario está dedicado a San Pedro y recuerda a las basílicas abovedadas, con el ligero añadido de miríadas de mosaicos dorados. Incomparables por su calidad y refinamiento, los mosaicos de la Capella son famosos en todo el mundo por su increíble delicadeza y asombrosa luz. Tómate tu tiempo en la capilla y no dejes de prestar atención a todas las maravillas que te rodean.

Dirígete a los Appartamenti Reali, remodelados en el siglo XVI, cuando los virreyes españoles utilizaban el palacio. Merece la pena pasear por su ornamentada decoración y mobiliario, que ofrece a los visitantes una perspectiva completamente diferente de la vida en el palacio, casi como un viaje en el tiempo. La decoración barroca contrasta con los muros dorados de la Capella Palatina, pero no por ello deja de ser impresionante.

No te pierdas La Sala d'Ercole (o Sala de Hércules) en la que se reúne la Asamblea de Sicilia. Construida por los Borbones españoles, te llamará la atención la impresionante decoración que cubre toda la sala, relatando las historias del mito de Hércules.

Vuelve por el impresionante patio y sube las escaleras hasta los jardines, un lugar perfecto para terminar tu visita, con naturaleza por todas partes y mucha libertad para deambular.