La idea original de Les Lapidiales era "crear un espacio artístico en constante evolución en el que escultores de todo el mundo trabajaran juntos durante décadas para crear una obra común que diera testimonio a las generaciones futuras de su condición de hombres de su tiempo". Fue un proyecto bastante loco el que se le ocurrió al escultor Alain Tenenbaum cuando decidió hacerse cargo de la antigua cantera de Chabossières, en Port d'Envaux —en el suroeste de Francia—, en 2001. Desde entonces, sucesivos equipos de escultores han dado vida a estos inmensos muros de piedra caliza blanca.
