Guinness Storehouse: la fábrica de cerveza más famosa de Irlanda

Antes de participar en los talleres de degustación, es imprescindible conocer la leyenda que rodea a esta cerveza dublinesa. Este es el objetivo de la primera parte de la visita, de carácter didáctico. Aprenderemos sobre el famoso contrato de 9.000 años firmado por Arthur Guinness con el propietario de la cervecería St. James's Gate, que sigue vigente hoy en día.

A continuación, un recorrido señalizado por los secretos de la fabricación de Guinness. Para nuestra sorpresa, los únicos ingredientes son malta de cebada, lúpulo y agua. Esto demuestra que no hace falta mucho para crear una leyenda, aparte de un saber hacer único.

Guinness no sería realmente esta bebida icónica sin la imagen construida a su alrededor. Una planta entera está dedicada a los anuncios de Guinness y a la imagen de marca de la bebida más famosa de Irlanda.

Nos vemos transportados a un mundo alocado, donde nos cruzamos con un pez en bicicleta o una tortuga que lleva una pinta de Guinness a la espalda. Sin olvidar las ostras, que cantan al unísono el himno irlandés.

Ahora que sabemos todo lo que hay que saber sobre la fabricación de Guinness, es hora de ir al grano y probarla... "con moderación", por supuesto.

También habrá un taller práctico durante la visita, en el que podrás degustar la cerveza en las distintas fases de producción. Es una auténtica peregrinación cervecera.

La visita termina con una de las pruebas más importantes de todas: servir tu propia cerveza como un profesional. Hay que escuchar atentamente las instrucciones del barman para memorizar la coreografía perfecta para obtener la mejor Guinness, con la cantidad ideal de espuma y cerveza. Todo un arte.

Una vez que hayas superado el examen con éxito, te entregaremos un magnífico diploma que certifica tu capacidad para servir una Guinness como es debido. Es un magnífico recuerdo para llevar a casa y exhibir con orgullo delante de todos nuestros amigos irlandeses o dublineses, o simplemente amantes de la cerveza.

Para rematar la visita por todo lo alto, diríjase al séptimo cielo, o al menos a la séptima y última planta de la Guinness Storehouse, donde encontrarás el Gravity Bar, el único establecimiento de la capital que ofrece una vista de 360° de toda la ciudad, gracias a su enorme ventanal y su terraza panorámica.