Si el eslogan de la marca es born in Dublin, "nacido en Dublín", y no es mera coincidencia. En efecto, este whisky nació en los oscuros callejones de la capital, y más concretamente en el corazón del distrito industrial dublinés de Smithfield Village.
Más íntima que la Guinness Storehouse, la destilería Jameson ofrece una auténtica visita al corazón de la histórica fábrica del más irlandés de los whiskies: Jameson.
La cuna de Jameson
La historia comienza en el siglo XIX, cuando John Jameson, un emprendedor nacido en la capital, decidió crear su propia pequeña empresa de producción de whisky a partir de cebada malteada y sin maltear. En 1870, con sólo unas cubas y el equipo de destilación más sencillo, se puso en marcha: comenzó la producción y se escribieron las primeras líneas de la leyenda Jameson...
Información práctica
📍Dirección: Bow St, Smithfield, Dublín 7, D07 N9VH, Irlanda
🕛Horarios: todos los días de la semana de 11.00 a 18.00.
💰Precios: entre 17 y 22 euros. 11 € para menores de 18 años.
🌐Compra tus billetes en línea
Jameson: una historia de éxito irlandés
Hoy, la historia de este whisky es un éxito conocido por todos. El whisky irlandés es una de las bebidas espirituosas más consumidas del mundo, y Jameson es uno de los productos más populares entre los amantes del whisky.
Un gusto inimitable.
El punto fuerte de Jameson, que lo ha diferenciado de otros productos irlandeses, es su técnica de producción, que le confiere un sabor fino, sutil y ligeramente caramelizado.
Para obtener un Jameson digno de ese nombre, la calidad del agua es de vital importancia para el sabor del producto final. Por último, para obtener un whisky típicamente irlandés, debe destilarse tres veces.
¡Hora de una visita!
Todo el proceso se nos explica durante una visita a la destilería, acompañados por un experto que se encargará de desvelarnos todos los secretos de este lugar histórico y de esta emblemática bebida espirituosa.
Todo ello mientras pasea entre el equipo de destilación. El equipo expuesto procede de los primeros alambiques utilizados por John Jameson cuando se fundó la destilería. Los numerosos barriles almacenados por todo el edificio, junto con los olores a cebada, malta y alcohol, hacen de éste un lugar que nos sumerge en la atmósfera del pasado de la destilería dublinesa. Se pueden ver las viejas piedras expuestas del lugar, que parecen querer susurrarnos algunas anécdotas aún secretas...
Fin de la visita y degustación
Es aconsejable dedicar una hora a la visita para poder participar en los distintos talleres, incluida una cata a ciegas para aprender a distinguir, como un experto, entre el auténtico whisky irlandés y otros whiskys, como escocés o el americano.
El whisky irlandés se destila tres veces, mientras que su homólogo escocés se destila dos veces y el whisky americano sólo una.
Y si tienes más de 18 años, al final de la visita podrás disfrutar de un cóctel a base de Jameson preparado por un barman.