Si Las Vegas es la ciudad que conocemos hoy, reluciente y sobrealimentada, es gracias a sus hoteles. Cada uno más grandioso que el anterior, han forjado la reputación de la ciudad. Más que establecimientos turísticos, son sobre todo casinos que acogen y atraen a cientos de miles de jugadores y curiosos.
Durante una estancia en Las Vegas, es imposible no aprovechar la ocasión para visitarlos y, tal vez, deleitarse con sus máquinas tragaperras y demás bandidos. Descubra mega-hoteles como Circus Circus, que cuenta con un parque temático de 20.000 m2, Adventuredome, justo en su corazón. O The Linq, un hotel de gama alta con varios restaurantes, que también ofrece sus propias atracciones, empezando por The High Roller, una noria de 168 metros de altura, ¡e incluso tirolinas que le llevarán a elevarse por encima de los edificios!
No cabe duda. Pasear por el famoso Strip, de más de 6 kilómetros de longitud, mientras descubre los inigualables hoteles de Las Vegas, ¡es un divertido cambio de aires que le llenará los ojos!