Los 10 hoteles con azotea más bonitos de Miami

El LUX Brickell es uno de los hoteles más nuevos de Miami. Como su nombre indica, es también uno de los más lujosos, con sus enormes suites de ensueño, piscina en la azotea y spa, por no hablar de su restaurante japonés de moda Katsuya.

El SLS Lux Brickell hace honor a su nombre. El lujo comienza en la entrada, con su elegante porte cochere y su vestíbulo de mármol bajo altos techos. El hotel destila opulencia. Exhibe arte contemporáneo, con una escultura de bronce de Fernando Botero y dibujos lineales de Salvador Dalí en el pasillo del spa. Sus enormes habitaciones están decoradas en suaves tonos lavanda con modernos sofás.

Su hermosa terraza elevada alberga una piscina y un elegante bar con, por supuesto, unas vistas impresionantes. La lujosa azotea también cuenta con palmeras, cómodas tumbonas y elegantes cabañas. Un pequeño extra: el íntimo spa también se encuentra en la azotea.

El Setai es el edificio más alto de South Beach. Aunque no pasa desapercibido, el hotel es un bastión de tranquilidad y privacidad. Desde la azotea hasta las habitaciones y zonas comunes, la vista panorámica del paseo marítimo, gracias a su fachada de cristal, es impresionante. También hay un toque de diseño oriental, deliciosa cocina panasiática, un spa y una elegante piscina.

Elegante y chic, con suelos de teca oscura y ladrillo, el Setai emana un aire de lujo discreto en su gran vestíbulo. Las obras de arte del hotel atraen todas las miradas. El diseño general del hotel se inspira en Asia y añade un toque zen. El punto focal es el patio central, con sus cómodos asientos, palmeras y piscinas. El bar y el restaurante frente al mar son la última parada antes de llegar a la playa.

El Setai está dividido en dos partes: un histórico edificio Art Déco con habitaciones de hotel y una vertiginosa torre de 40 plantas. Las mejores habitaciones están en la icónica torre de cristal, con sus impresionantes vistas al océano. El hotel cuenta con un sofisticado spa de inspiración asiática con suntuosos tratamientos, un hammam, un gimnasio y una lujosa piscina.

Este hotel ecológico y con piscina cuenta con una de las ubicaciones más bellas de Miami. Sus amplias habitaciones, su elegante decoración, el spa, el gimnasio boot camp y los restaurantes le añaden atractivo.

Las 426 habitaciones han sido magníficamente diseñadas por Meyer Davis. Rápidamente crean un ambiente sereno, con mesas rústicas y bellos grabados murales que recuerdan al mar. Los cuartos de baño son igual de acogedores, con bañeras de mármol y duchas efecto lluvia. El único inconveniente es que algunas habitaciones no tienen balcón.

Watr, unalujosa y sofisticada terraza, es uno de los restaurantes/bares más impresionantes de Miami, así como uno de los más bellos. Con una decoración de inspiración polinesia, cocina japonesa de influencia peruana e impresionantes vistas al océano, este restaurante es perfecto para las almas aventureras que no se cansan de estar cerca del agua. La estrecha piscina de la azotea es un refugio igualmente espléndido con vistas de 360 grados.

Como su nombre indica, el Kimpton EPIC Hotel garantiza una experiencia épica. Lujoso a más no poder, el hotel da a la bahía de Biscayne y al río Miami. La arquitectura del hotel es sobria, sin estridencias, pero a la moda. En cuanto al diseño, los hermosos ventanales y balcones privados invitan a abrir los ojos al horizonte. Imposible resistirse.

Las instalaciones incluyen dos restaurantes, dos piscinas, tres bares lounge y un spa premium que ofrece un servicio completo que incluye masajes en la habitación. Un total de 411 habitaciones decoradas con colores sobrios y suaves.

La baza de la azotea: el restaurante Area 31 se ha instalado en la terraza con vistas a la ciudad. El local es elegante y moderno, con cómodos sofás que crean un ambiente cálido y animado. Los productos y sabores locales son los protagonistas. Otro punto fuerte de la terraza es la piscina de la 16ª planta, reservada a los huéspedes del hotel.

En el Gale South Beach, el vanguardista diseño Art Decó se combina con nostálgicas fotografías vintage en blanco y negro en las paredes. El Gale está situado en el corazón de la brillante Collins Avenue de South Beach, rodeado de hoteles emblemáticos. A pocos minutos de Lincoln Road, el único inconveniente es que no da directamente al paseo marítimo. Sin embargo, su piscina en la azotea con excelentes vistas sobre South Beach lo compensa.

El glamour Art Déco del Gale está logrado con gusto. La decoración es elegante y discreta, con tonos crema y azul marino sobre suelos de madera oscura. Los sillones de cuero blanco conforman la zona de estar del pequeño vestíbulo, que se abre inmediatamente al restaurante italiano Dolce y conduce al Regent Cocktail Club. Las 87 habitaciones son elegantes y confortables, con un elegante mobiliario.

La terraza ofrece impresionantes vistas panorámicas de South Beach y el océano. Una gran piscina infinita, tumbonas, cabañas privadas y un bar se encaraman en lo más alto del hotel. Por las noches, hay un ambiente acogedor con música en directo y bebidas especiales.

Le Boulan desprende un lujo discreto con su hermosa colección de arte de 6 millones de dólares. El pequeño vestíbulo de mármol con paredes revestidas de madera, la piscina de la azotea y el patio invitan a los huéspedes a relajarse. Cerca de Collins Avenue y 20th Street, el Boulan está frente a la playa; ¡la guinda del pastel!

El hotel dispone de una amplia gama de alojamientos: estudios, suites, habitaciones individuales y áticos. Todos cuentan con mobiliario blanco y modernos muebles de cuero.

En lo alto del hotel, este magnífico bar ofrece unas vistas impresionantes de Collins Park y Miami Beach. Con cómodas tumbonas, cabañas privadas, un solárium cubierto de plantas y palmeras. Esta terraza es una especie de oasis en medio de una de las playas más concurridas de Miami. Abierta sólo para huéspedes, sirve cócteles frescos y bebidas de alta gama.

El W Miami, antiguo Viceroy, es un elegante hotel que ofrece la cubierta de piscina más larga de Miami, con impresionantes vistas de la bahía de Biscayne y el río Miami. Situado entre los rascacielos de Brickell, el hotel es un soplo de aire fresco en este distrito de negocios.

En este hotel, la diseñadora Kelly Wearstler mezcla el rococó de Beverly Hills con un modernismo elegante y toques asiáticos. El spa, diseñado por Philippe Starck, tiene una suntuosa piscina angular con incrustaciones de mármol, situada en medio de una biblioteca. Las enormes habitaciones adoptan colores verde menta y gris pizarra con caprichosos marcos de cama con dosel de madera de deriva. El diseño ecléctico hace referencia a China y al Art Déco de Miami.

La azotea cuenta con una impresionante piscina infinita de 15 pisos, 90 metros de largo y vistas a la bahía. También hay un restaurante y un bar que sirve vinos y licores locales. Reservada a los huéspedes del hotel, la azotea es una mezcla perfecta de relajación y placer.

Situado en la bahía de Biscayne, a unos 20 km al sur de South Beach, el Mayfair atrae con su ambiente relajado y bohemio, al tiempo que ofrece multitud de actividades en el mar. Con su fachada inspirada en Gaudí, sus esculturales puertas de caoba y su soleado patio, este hotel lleva más de 30 años siendo un fijo de Miami. Destacan el spa, la piscina de la azotea y el restaurante.

En su interior, el hotel muestra sus influencias europeas, asiáticas y latinoamericanas. Único en su género, el hotel sorprende con sus baldosas de terracota española, vidrieras y techos esculpidos. Este estilo también se extiende a sus amplias habitaciones con baños japoneses, balcones privados, muebles de caoba y puertas de madera brasileña.

La azotea del Mayfair ofrece hermosas vistas del océano y los alrededores, así como una fantástica piscina y una zona de estar con sofás inspirados en Gaudí. El espacioso bar sirve cócteles clásicos y de autor con sabores afrutados típicos de la región. La relajante terraza, reservada exclusivamente a los huéspedes, está lejos del bullicio de Miami.

Este histórico hotel boutique Art Déco, situado en medio del concurrido tramo de Collins Avenue, cuenta con una piscina en la azotea, diseño interior de Todd Oldham y un restaurante in situ. Tiene todos los ingredientes de un South Beach vintage cerca de la playa. Demasiado ruidoso para algunos, un paraíso para otros.

Este hotel de cuatro plantas fue construido en 1939 por el arquitecto L. Murray Dixon. Renovado en 1998 con una nueva decoración, obra del diseñador de moda neoyorquino Todd Oldham, el hotel cuenta ahora con 20 habitaciones adicionales frente al mar. El diseñador de moda Oldham diseñó el mobiliario e introdujo colores más cálidos y picantes, como naranja, rojo y amarillo, en las habitaciones y suites.

El Tony Hotel South Beach está idealmente situado a poca distancia de famosos cafés y restaurantes. Sin embargo, puede disfrutar de unas vistas impresionantes desde la piscina de la azotea o relajarse con un cóctel en el bar y salón de la azotea.

Este refugio de South Beach es una alternativa económica y moderna. Los huéspedes disfrutan de un bar en la azotea, un restaurante y habitaciones poco amuebladas pero con estilo. Para los viajeros con poco presupuesto que quieran probar el brillo y el glamour de la vida nocturna de South Beach, éste es el lugar ideal.

Con su encanto retro, el hotel pretende ser íntimo y minimalista, sin florituras. El vestíbulo y las habitaciones son de color blanco con toques rojos. El patio, con sus tumbonas o sillas giratorias y de juego, se suma a las instalaciones. Ráfagas de rojo impregnan todas las habitaciones del hotel.

El bar de la azotea es igual de encantador, con sus luces de cuerda y sus acogedores salones. La decoración está inspirada en un bungalow de playa, con sofás rojos y un pequeño faro que hace las veces de barra. El bar sirve cócteles artesanales con vistas al océano.