La vida artística de Amberes en la Edad Media no alcanzó el renombre de siglos posteriores. Sin embargo, los archivos de la ciudad muestran que produjo un gran número de obras de arte. Entre ellas, retablos de madera tallada. Pero poco a poco, la ciudad evolucionó y también lo hicieron sus artistas. Llegó el gótico brabanzón, inspirado sin duda en las grandes catedrales francesas, como la de Amiens o la cúpula de Colonia. A finales del siglo XVI se produjo un auge favorable en la vida económica de la ciudad. La actividad artística iba en aumento. Las grandes fortunas se acumulaban y, a medida que lo hacían, encargaban cada vez más obras a los artistas de moda. Amberes vio florecer el talento artístico de Pedro Pablo Rubens, el gran maestro barroco de la escuela renacentista flamenca. Una nueva iglesia, un nuevo ayuntamiento, todo ello acompañado de la construcción de nuevas casas patricias, que evocaban riqueza y elegancia y daban el tono a la aristocracia de la ciudad. A lo largo de los siglos, la ciudad ha ido construyendo su patrimonio cultural, con museos fascinantes y una arquitectura espléndida. Amberes, cuna de algunos de los más grandes artistas belgas, sigue forjando su reputación artística en todo el mundo.
