El jardín botánico de Jaÿsinia en Samoëns

En el Jardin botanique Jaÿsinia, en el centro del encantador pueblo de Samoëns, florecen plantas y flores de zonas montañosas de todo el mundo. Con casi cuatro hectáreas, este jardín botánico ofrece un cambio de aires garantizado en el corazón de los Alpes: pasee por el sendero que le llevará a explorar diversas regiones del mundo a través de las plantas que las representan. Tendrá la oportunidad de admirar la gigantesca secuoya americana, el cardo azul típico de nuestras cumbres alpinas, el cedro del Líbano y el azafrán de los Balcanes.

El Jardín Botánico Alpino de Jaÿsinia está atravesado por un manantial que alimenta las fuentes, estanques y pantanos que salpican las extensiones de vegetación. Continúe desde aquí su camino hacia la capilla. Desde aquí disfrutará de la mejor vista del pueblo de Samoëns y del valle del Giffre.

La Jaÿsinia nació en 1906. Marie-Louise Jaÿ, nacida en 1838 y originaria del pueblo, lo abandonó siendo adolescente para irse a la capital. Casada con Ernest Cognacq, creó con su marido los exitosos grandes almacenes parisinos La Samaritaine. Al final de sus vidas, la pareja, que no tuvo hijos propios, dedicó su fortuna a obras de caridad. En 1906, Marie-Louis Jaÿ adquirió el terreno donde había crecido y lo transformó en un soberbio jardín botánico alpino.

Diseñado por el arquitecto paisajista Jules Allemand, es una verdadera obra de arte paisajística, y cuenta actualmente con unas dos mil quinientas especies de flores de montaña, entre ellas gencianas, edelweiss y androsaces, y un total de 8.000 plantas procedentes de los cinco continentes. Desde 1936, el Jardín Botánico de La Jaÿsinia está gestionado por el Museo Nacional de Historia Natural. Un laboratorio fitológico, el GRIFEM, lleva a cabo allí una amplia gama de investigaciones.

Miles de visitantes acuden cada año a admirar este grandioso espectáculo dedicado a la flora salvaje de las regiones frías y a pasear por las cascadas, pozas, arroyos, rocas, lapiaz y senderos laterales que componen este paraje excepcional de Samoëns.