Palermo: Palermo, una fascinante encrucijada comercial y cultural entre Oriente y Occidente.

Palermo es una ciudad rica en historia y cultura, fundada por los fenicios entre los siglos VII y VI a.C., con el nombre de Zyz. En los siglos siguientes, la ciudad sufrió diversas formas de dominación: primero por los romanos, luego por los árabes, la conquista normanda, la dominación española y, por último, los Borbones. La ciudad aún conserva vestigios de este pasado, desde iglesias bizantinas y árabo-normandas hasta arquitectura barroca y monumentos Art Nouveau.

Además de descubrir la capital de Sicilia, una visita a Palermo significa explorar una de las ciudades más bellas del sur de Italia. La Catedral, símbolo de la ciudad, es el principal lugar de culto del itinerario árabe-normando, junto con otros monumentos como la Cappella Palatina, la Iglesia de la Martorana y laIglesia de San Giovanni degli Eremiti.

El edificio barroco más emblemático es la Chiesa del Gesù, conocida por los palermitanos como la Casa Professa. La iglesia fue parcialmente destruida en los bombardeos de 1943, pero ahora ha sido restaurada para devolverle su esplendor original.

Siguiendo en el centro, no puede perderse una visita a los teatros más emblemáticos de la ciudad: el Teatro Politeama y el Teatro Massimo.

El Teatro Politeama se construyó originalmente como anfiteatro al aire libre, pero en 1868, cuando aún se estaban realizando las obras, se transformó en teatro, mientras que el Teatro Massimo, reflejo del estilo Art Nouveau, es el mayor teatro de ópera de Italia y el tercero de Europa tras la Ópera de París y la Staatsoper de Viena.

Otro de los atractivos de la ciudad de Palermo, y de la región siciliana en general, es su gastronomía, famosa en todo el mundo. Miles de turistas acuden aquí cada año para degustar las especialidades típicas sicilianas. Palermo es especialmente famosa por su comida callejera.

Es imprescindible visitar los mercados más famosos de la ciudad, como Ballarò, Vucciria o Capo, marcados también por la influencia árabe: parecen zocos.

No puede irse de la ciudad sin probar panelle o panino con la milza (pani ca meusa en siciliano) u otras especialidades típicas locales.

Sin duda, una visita a la ciudad le hará desear acercarse al mar, dada su proximidad. A pesar de las encantadoras playas del litoral de la provincia de Palermo, como la playa de Cefalú o Cala Gallo, le recomendamos que viva la ciudad como un auténtico palermitano, con una tarde de relax en la playa de Mondello, la más conocida y cercana al centro. Sus aguas cristalinas no tienen nada que envidiar a las de otros lugares exóticos.