La ciudadela de Blaye, patrimonio mundial de la UNESCO

Fortificada entre 1685 y 1689 por el célebre arquitecto Vauban, la Citadelle de Blaye forma parte del "Verrou Vauban", Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto con Fort Pâté y Fort Médoc. Este tríptico defensivo es único en Francia. Puede visitar la Citadelle de Blaye y Fort Médoc, pero Fort Pâté sólo puede verse desde el estuario de la Gironda durante un paseo en barco.

La ciudad fortificada de Blaye es un verdadero tesoro histórico. Aún hoy, esta joya arquitectónica deja entrever el arte militar de Vauban y del "Verrou ", que defendió valientemente la entrada del estuario.

Tómese su tiempo para pasear por las encantadoras callejuelas y conocer a los artesanos, restauradores y otros pequeños comerciantes que mantienen viva la ciudadela durante todo el año. No se pierda la Place d'Armes, con sus excepcionales vistas sobre el estuario y sus islas. No lejos de allí, podrá ver el Couvent des Minimes, construido bajo Enrique IV como lugar de culto para las guarniciones, y el Château des Rudel, una famosa familia de Blaye.

Para comprender el sistema defensivo de la Ciudadela de Blaye, puede explorar sus pasadizos subterráneos en una visita guiada. Esta inmersión en el corazón del edificio le permitirá descubrir todo el genio de Vauban. Esta visita es un auténtico viaje en el tiempo que hará las delicias de toda la familia.

¿Y por qué no animarse con visitas guiadas temáticas? Puede optar por una visita de los subterráneos al estilo de los juegos de evasión, o terminar su visita de los subterráneos con una degustación de vinos en un castillo, o descubrir la ciudadela en un tren en miniatura...

Descubra y reserve sus visitastemáticas de Blaye en la página Web de la Oficina de Turismo.

Mientras pasea por las típicas callejuelas de la ciudadela, entre restaurantes, talleres de artesanía y pequeñas tiendas de alimentación, haga una parada en el Musée d'Art et d'Histoire du pays Blayais. Los muros del museo albergaron en su día una prisión civil y militar, y después una panadería en el siglo XIX. Hoy, el museo presenta 7000 años de historia de la ciudadela y de la ciudad de Blaye.

Descubrirá ilustraciones, muebles de época, restos arqueológicos y reconstrucciones. El museo es una oportunidad para conocer mejor la vida de los soldados de la ciudadela y de los habitantes de Blay a lo largo de los siglos.

Blaye goza de una situación privilegiada en el estuario de la Gironda, que es sin duda uno de los elementos centrales de este destino. Con 635 km2 y 12 kilómetros de ancho, el estuario de la Gironda es el mejor conservado y el más extenso de Europa Occidental. Hay muchas formas de descubrirlo: travesías en ferry desde el Médoc, cruceros guiados por el agua o paseos en kayak para los más deportistas.

El estuario alberga numerosos tesoros, empezando por sus islas, cada una de las cuales posee un encanto especial. Sólo se pueden visitar tres islas: Ile de Patiras, Ile Margaux e Ile Nouvelle. Desde Blaye parten numerosos cruceros para visitarlas. Las demás islas son reservas naturales protegidas de flora y fauna. Otra particularidad del estuario: ¡los carrelets! Estas pequeñas cabañas de madera sobre pilotes forman parte del paisaje de la Gironda y son el emblema del estuario. En ellas se practica la pesca del carrelet, una técnica que utiliza una red cuadrada que se baja y sube con las mareas entrantes y salientes, sin cebo. El "carrelet" designa tanto la red (y la técnica de pesca) como la caseta que la alberga.

Contrariamente a la creencia popular, los viñedos del Blayais son más antiguos que los del Médoc. Blaye y Bourg ya eran importantes puertos vinícolas en la Edad Media, mientras que en el lado del Médoc, pueblos como Pauillac y Margaux, hoy famosos por sus vinos, vivían de la ganadería.

Los viñedos de Blaye cubren más de 6.000 hectáreas, con tres AOC principales por descubrir: Blaye, que produce principalmente vinos tintos; Côtes de Blaye, con vinos blancos; y Premières Côtes de Blaye, que produce vinos tintos y blancos. En un magnífico entorno de encantadores edificios antiguos rodeados de viñedos, varios castillos ofrecen fascinantes visitas, como Château Bel Air La Royère, Château Dubraud y Château Monconseil-Gazin.