Grandioso, espléndido, increíble, majestuoso... Los adjetivos utilizados para describir el Gran Cañón son ditirámbicos. Este esplendor terrestre es sin duda el desfiladero más magnífico del mundo. Nos sumerge en el desierto de Arizona bañado por el sol. El Gran Cañón ha sido esculpido por el río Colorado durante más de seis millones de años. Aún hoy, sus 445 km de cauce roen sus rocas rojas y anaranjadas. Todo el mundo debería ver el Gran Cañón al menos una vez en la vida, y las empresas y outfitters de la región hacen que la experiencia del cañón esté al alcance de todos. El Parque Nacional del Gran Cañón revela multitud de desfiladeros, ríos, valles laterales y bosques. Se tardarían años en explorar todo el paraje natural. Es más, hay varias formas de descubrirlo: en barco, a pie o por el aire. Sobrevolar el cañón en helicóptero es una excelente manera de contemplar esta maravilla geológica a vista de pájaro. Es una experiencia gratificante que le acompañará siempre.