En el corazón del paisaje accidentado de los Alpes de Alta Provenza, la meseta de Valensole destaca por su terreno llano y uniforme: está delimitada por los valles del Durance y del Asse al norte, y por las gargantas del Verdon y el lago de Sainte-Croix al sur. De mediados de junio a mediados de julio, con los primeros calores del verano, florecen los campos de lavanda de la meseta de Valensole, con sus brillantes tonos púrpura que contrastan con el cielo azul, y el aroma a lavanda que siempre asociamos a la Provenza... ¡Este paisaje único se ha convertido en el epítome de toda una región!
