Lo esencial de Rodas en 2 días

En general, cualquier viaje a Rodas comienza por su capital, llamada a su vez Rodas. Por la mañana, haga una cita para visitar las puertas del casco antiguo, una ciudad medieval extraordinariamente bien conservada, catalogada en su totalidad como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: ¡déle toda la atención que se merece!

Partiendo de Plateia Ippokratous (Plaza de Hipócrates), siempre es agradable pasear por la calle principal, Sokratous (Calle de Sócrates), justo antes de que abran las tiendas y lleguen los turistas. Es el momento perfecto para sentarse en una terraza y disfrutar de un café, o parar en una panadería bien surtida con sus tentadores olores mañaneros.

Un paseo que nos lleva directamente a la Mezquita de Solimán, cuyo orgulloso minarete nos recuerda la presencia de los turcos otomanos en Rodas durante varios siglos. Desde aquí, sólo hay que dar unos pasos hasta el Palacio de los Grandes Maestres, construido en el siglo XIV bajo el dominio de los Caballeros de la Orden de San Juan. La visita a las galerías es obligada. En el corazón de la Rodas medieval, tome Ippoton, la calle de los Caballeros, donde aún se conservan las fachadas góticas de las antiguas posadas idiomáticas de los Caballeros de San Juan: ¡la riqueza del patrimonio es excepcional! Más abajo, el antiguo Hospital de los Caballeros merece una visita, tanto por su arquitectura medieval como por sus colecciones antiguas: algunos mosaicos muy bellos y su obra maestra esculpida, la Afrodita de Rodas.

Todo esto nos lleva rápidamente a la tarde, pero que no cunda el pánico: ¡los griegos están acostumbrados a comer tarde! Para ganar tiempo, cómase un gyros sobre la marcha y diríjase al paseo marítimo: es imprescindible hacer una parada a la entrada del puerto de Mandraki, cuyas columnas marcan el supuesto emplazamiento del famoso Coloso de Rodas...

Con el calor en pleno apogeo, pronto se encontrará en el extremo norte de la ciudad, en una de las playas más populares de Rodas: la playa de Elli. Con sus aguas claras y tranquilas, tumbonas, sombrillas y altos edificios frente al mar, es la introducción perfecta a la Rodas moderna y turística.

Al final del día, es hora de volver a pasear, como hacen los propios rodios por los muelles de Mandraki. Al caer la noche, no deje de perderse de nuevo por los meandros de la ciudad medieval, un auténtico plató de cine donde podrá cenar especialidades griegas en una animada plaza, en la terraza de una taberna... ¡un escenario de ensueño también para pasar la noche!

Será mejor que salga temprano hoy: el calor en Rodas es tal que querrá aprovechar al máximo las frescas horas de la mañana. Para este segundo día, alquilar un coche le facilitará mucho las cosas, aunque la excursión también puede realizarse en autobús, al menos en parte.

El objetivo será recorrer la costa oriental de Sotavento de Rodas, conocida por sus inmensas playas de arena y aguas tranquilas. Dejando a un lado los primeros grandes centros turísticos, como Faliraki, nos concentraremos en la playa más hermosa de Rodas: Tsambika, a 40 minutos en coche.

Si la costa de este lado le parece demasiado urbanizada, su paciencia se verá recompensada cuando llegue a la primera parada del día: Tsambika, con fama de ser la playa más hermosa de Rodas. La ausencia de edificios permanentes es sin duda una de las razones. El programa de la mañana incluye una subida a la capilla de Panagia Tsambika para disfrutar de una magnífica vista, y un baño en las aguas translúcidas de esta hermosa cala de arena.

Hay varias cantinas donde comer algo y refrescarse, según el momento del día. No perdamos de vista la siguiente parada del día, y no menos importante: Lindos, a sólo 30 minutos en coche.

Llegar a última hora de la tarde no supone ningún problema, al contrario: los excursionistas de un día se marchan y Lindos recupera poco a poco un ambiente más tranquilo. El momento ideal para aventurarse por las sinuosas calles de este auténtico pueblo griego de casas blancas, hasta llegar a la espectacular Acrópolis de Lindos.

La noche transcurre en Lindos, donde el ambiente es agradablemente animado, antes de regresar a Rodas y emprender la siguiente etapa del viaje al día siguiente.