Cambio de aires en la isla de Pemba

Vista así, la isla de Pemba parece aislada. Pero no se preocupe, es fácil llegar a ella. Desde la isla principal de Unguja, basta con tomar un avión a Pemba. En sólo media hora, estará volando de un paraíso a otro. Además, viajará en pequeños aviones que vuelan bajo, lo que le permitirá admirar el magnífico panorama del océano Índico.

Si le apetece, puede optar por el ferry, pero la travesía es un poco más larga... Se tardan al menos 8 horas en llegar a Pemba desde la capital, Stone Town. Pero navegar hasta Pemba es una forma segura de encontrarse en un paraíso perdido y encantado. Mientras que la isla principal de Zanzíbar atrae a cientos de miles de turistas cada año (más de 500.000 en 2019), la isla de Pemba apenas cuenta con unos pocos miles (6.000 en 2019). Como habrás deducido, este remanso de paz tiene el lujo de estar preservado del turismo de masas, para deleite de quienes se aventuran a visitarlo.

Como en cualquier otro lugar de Zanzíbar, es costumbre que los turistas disfruten de largas extensiones de arena blanca, buceen en las aguas cristalinas de las lagunas que bordean las playas y disfruten de un buen cóctel al atardecer. Pemba no es una excepción a la regla, pero tiene algo que el resto del archipiélago ya no tiene: lugares vírgenes donde no es raro encontrarse solo. Los amantes de la paz y la tranquilidad absolutas quedarán encantados con este lugar. También es una isla muy apreciada por los recién casados que buscan la intimidad de un paraíso romántico lejos de todo y de todos.

La isla de Pemba presume de un arrecife de coral rico y variado. Hay una gran variedad de corales y los aficionados al submarinismo quedarán encantados con la impresionante flora y fauna acuáticas que pueden encontrarse en estas aguas. Seguro que atisbará delfines mulares, tortugas o las majestuosas mantarrayas mientras se abre camino por un trozo de arrecife. Dependiendo de la temporada, también podrá presenciar el majestuoso ballet de otros gigantes del océano. De agosto a septiembre, la ballena jorobada migra por el archipiélago de Zanzíbar. El pez más grande del mundo, el tiburón ballena, se desplaza de noviembre a marzo. Tanto si opta por el submarinismo como por el snorkel, sus salidas al mar serán memorables y magníficas.

Además, la isla verde, como la apodan, le conquistará con su abundante belleza natural. Esta isla verde es el pulmón del archipiélago. Bosques tropicales y manglares vírgenes realzan su imagen de isla salvaje. Y no olvide que Zanzíbar también es conocida como la "isla de las especias", con vastas plantaciones de clavo en Pemba. También hay hermosas plantaciones de coco, plátano y arroz.

Aunque calentarse al sol es la actividad más popular entre los turistas, no olvide explorar la selva tropical de la isla. El bosque de Ngezi cubría antaño casi toda la isla. Hoy queda una vasta extensión de 2.500 hectáreas, transformada en parque nacional protegido. Durante su visita al parque, podrá elegir entre dos senderos que le adentrarán en la intimidad del bosque. El sendero "joshi", más corto y de una hora de duración, permite observar monos colobos, aves de todo tipo y murciélagos. Si opta por la caminata más larga, cruzará todo el bosque para llegar a la playa de Vunawimbi. Es la combinación perfecta de un hermoso paseo por el bosque y un merecido baño. Y si quiere llevar la experiencia un paso más allá, ¿por qué no hacer una excursión nocturna y descubrir los galagos (un pequeño primate africano) y los búhos de la isla?