Faro, también conocida como la "Perla del Algarve", hace honor a su sobrenombre. Basta un paseo por su centro histórico, rodeado de fortificaciones, para caer inmediatamente bajo el hechizo de esta ciudad costera. Las pintorescas callejuelas desembocan en encantadoras placitas donde se puede disfrutar de las soleadas terrazas de los restaurantes. Las preciosas puertas de colores de las casas, los antiguos azulejos en las fachadas de las viviendas y los numerosos naranjos en flor (o en fruto, según la temporada... 😉 ) te harán apreciar rápidamente la belleza del lugar.
