Enclavada entre el Atlántico y el Caribe, en el corazón mismo del Arco de las Antillas, Guadalupe es un conjunto de islas con muchas caras, garantía de un cambio de escenario a escala real. A 15 kilómetros al sur de la mariposa guadalupeña -formada por dos islas radicalmente opuestas: Grande-Terre, seca y poco ondulada, y Basse-Terre, exuberante a más no poder-, el archipiélago de Saintes está formado por 9 islotes volcánicos. Descubiertas por Cristóbal Colón en noviembre de 1493, sólo 2 de las 9 islas están habitadas. Dividido en dos municipios, Terre-de-Haut y Terre-de-Bas, Les Saintes ha conservado un carácter único. Las playas, los fondos marinos, la magnífica bahía de Anse du Bourg y el ambiente de su tranquilo pueblo con casas de colores tropicales la convierten en un lugar increíble con una atmósfera muy especial. Descendientes de pescadores bretones, los cerca de 3.000 habitantes de Saint-Sauveur viven principalmente de la pesca y el turismo. También son famosos por su destreza en la construcción de veleros (conocidos como saintoises).