Majestuoso en su islote rocoso y rodeado por una magnífica bahía, merece su sobrenombre de "maravilla de Occidente". Obra maestra de la arquitectura medieval, el Mont-Saint-Michel es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1979. Cada año, millones de visitantes acuden en masa al lugar. De hecho, es uno de los lugares más visitados de Francia. Los turistas vienen por el monumento, pero también por la bahía y sus mareas altas, las mayores de Europa continental. Un espectáculo único.
